Giorgi Kvirikashvili: "Si Rusia se anexiona Crimea, no será el último caso"

El viceprimer ministro y ministro de Economía georgiano, Giorgi Kvirikashvili, tiene claro que la comunidad internacional no tiene que permitir a Rusia anexionarse Crimea. Tras el episodio que se vivió Georgia en 2008, en el que Abjasia y Osetia del Sur se "independizaron", parecen claros cuales son los deseos de Moscú respecto a Crimea. Kvirikashvili, de visita en España por primera vez, acudió ayer como ponente al desayuno de Nueva Economía Fórum celebrado en el Hotel Ritz. Tras su intervención, atendió a las preguntas de LA RAZÓN. Para él, la clave para comprender lo que ocurre reside en que los políticos rusos no entienden va en su propio interés tener un vecino fuerte y democrático, aunque éste se acerque a la UE o la OTAN.

-Usted afirma que la comunidad internacional no debe permitir que Rusia se anexione Crimea pero, ¿qué puede hacer para impedirlo?

-Lo que está ocurriendo en Crimea es un desastre para la región. Si Ucrania se separa en diferentes partes, o en dos, puede sentar precedente para casos similares en el futuro. No deberíamos permitir que esto ocurriera. La comunidad internacional debe actuar muy fuertemente. Debe tomar pasos decisivos para frenar sus deseos insaciables de anexión en Ucrania. Se está viendo una desescalación, pero sólo limitar las acciones de la UE y EE UU a la desescalación no frenará a Rusia de invadir Ucrania. Ayer, declararon un ultimátum a las Fuerzas Militares ucranianas, hasta el 16 de marzo. Después del 16 de marzo, puede ser desastroso para la región. Sin imponer sanciones es muy difícil poder parar a Rusia. Creemos que habrá arrepentimiento y un nuevo status quo en la región si Moscú lo logra. Hay muy poco tiempo para actuar y mostrar a Rusia que Occidente no tolerará que se cambie el status quo.

-Usted ha hablado de las fronteras naturales, pero algunas personas tanto en Rusia como en Crimea quieren volver a los tiempos de la URSS. ¿Es Rusia que quiere ser más grande o hay población que por cuestiones históricas también lo desea?

-Puede que en Georgia sea diferente la proporción de habitantes que están a favor de la integración de la UE que en Ucrania. Pero no es una razón para alentar un movimiento separatista. Se puede tener más lazos con otro país y tener relaciones más cercanas con éste, pero estas personas viven en un territorio soberano unido e integrado que se llama Ucrania. Deben entenderlo, va en contra del derecho internacional separarse territorialmente de un país. A pesar de que la proporción de personas que está a favor de lazos más cercanos con Rusia es distinto en cada país, -por ejemplo en Georgia hay una gran mayoría que no quiere integración política con Rusia, pero sí con la UE y la OTAN-, esto no es una razón para que Moscú se anexione parte del territorio de distintos países. Y si lo consigue en Ucrania, le aseguro que no será el último caso.

-¿Y por qué países o regiones teme?

-Rusia tiene una gran ambición por artificialmente reunificar la URSS. Esto es imposible. No se puede forzar a los países a estar políticamente integrados. Pero con la unión euroasiática que ha declarado Putin es algo que quiere completar, a través de estas presiones a los países vecinos. Si Rusia separa Crimea de Ucrania, esto no será el final del juego. No quiero especificar países, porque no sería diplomático por mi parte. Pero esto no será el final del juego.

-¿Cómo son ahora las relaciones bilaterales entre Georgia y Abjasia y Osetia del Sur? Están trabajando en la reintegración, ¿verdad?

-Sí, aunque son relaciones muy limitadas. No sólo por el conflicto histórico sino también porque Rusia les impide comunicarse con los georgianos. Hay un deseo de relacionarse. Le puedo contar que después de establecerse estas falsas fronteras, Rusia detuvo a los que las cruzaron y el 70% de los arrestados eran de Osetia del Sur. Tienen a un montón de familiares y amigos viviendo a ambos lados de estas falsas fronteras. Es muy negativo para ellos tener que estar separados artificialmente.

-¿Y con Rusia? ¿qué tienen: relaciones comerciales nada más?

-Tenemos comerciales y habíamos empezado a tener relaciones normales. Desgraciadamente, tras la desintegración de la URSS no han aceptado nuestro deseo de ser independientes. Georgia fue un país independiente durante muchos siglos. Rusia no ha tolerado nuestro deseo de ser independientes, pero tratamos de normalizar las relaciones, de no provocarles. Algunas veces es mejor dejar que las cosas lleven su propio flujo natural, eso sí no vamos a comprometer nuestra soberanía ni nuestra integridad territorial, pero sí vamos a desarrollar relaciones culturales y empresariales. Esperamos que algún día los políticos rusos se den cuenta de que no pueden mantener sus relaciones sólo con Abjasia y Osetia del Sur. Estará en su propio interés en tenerlas a toda escala con Georgia. No tenemos relaciones diplomáticas. Cooperamos a través de la embajada suiza.

-Nada de viajes a Moscú, pero sí a Suiza...

-Sí. No tenemos relaciones directas con políticos. Tenemos un régimen de visa unilateral con Rusia, es decir ellos pueden venir a Georgia sin visa, pero los georgianos no pueden ir a Rusia. Nosotros abrimos nuestras fronteras, y disfrutamos de los turistas rusos que vienen, se gastan dinero y es bueno para la economía georgiana.

-Así que como ministro de Economía, ¿le será difícil hacer negocios por un lado pero después mantener su ideología, sus principios?

-Sí. Es muy complejo. Intentamos ser pacíficos. Pero lo que está ocurriendo en Ucrania es inaceptable para nosotros.

-Georgia estará lista en agosto para firmar el Acuerdo de Asociación y Comercio con la UE, precisamente fue el rechazo de Ucrania en noviembre lo que comenzó la crisis. Ucrania es un país muy corrupto y tenía que hacer ciertas reformas que no gustaban en la clase política. ¿En Tiflis también van a tener que cambiar las leyes?

-Para nosotros es más fácil. Porque hicimos grandes reformas en el pasado. Tenemos una legislación más cercana a los estándares de la UE, una tasa muy baja de corrupción, muy buenos servicios públicos, e infraestructura fronteriza muy desarrollada. Pero tenemos que trabajar más y establecer instituciones esenciales para integrarse en la UE. Tenemos que desarrollar y mejorar el estado de derecho, mejorar nuestro entorno de negocios, desarrollar el mercado de capitales, etc. Esto necesita tiempo. Esperamos que sea un periodo de 7 a 10 años y será el periodo más interesante para los negocios en Georgia. Porque las experiencias de los países del Este demuestran que la mejor tasa de crecimiento tuvo lugar desde que anunciaron la aspiración a la UE hasta que se hicieron miembros de la UE. Y creemos que ocurrirá lo mismo en Georgia.

-¿Cuánto hay en estos planes del propio Vladimir Putin y cuánto del "establishment"ruso?

-No es solo una persona. Es una mentalidad que esperemos que cambie. La democratización de Rusia en un futuro ocurrirá con el desarrollo y el aumento del médium income. Depende de cuándo sea. Por supuesto que lo que ocurre hoy forma parte de la ambición de Putin pero también lo es de la mentalidad de los políticos rusos. Una mentalidad equivocada, porque ¿qué significa "europeización"? Mejoras en la economía, desarrollo, protección de los derechos humanos, mejoras en el estado de derecho, etc. Por lo tanto, por qué alguien o un país debería estar en contra de estos avances. Si Ucrania es democrática, si Georgia es fuerte, va en su propio interés. Desafortunadamente, no se dan cuenta.

-España va a abrir Embajada en Georgia, pero de momento las inversiones y las compañías allí son escasas. Acaban de adjudicar a Talgo parte del suministro de la vía férrea que comunica Turquía con el Cáucaso, ¿no es así? ¿Crecerá?

-Sí y también la empresa Cobra, a quienes conocí el año pasado. Y han empezado ya a trabajar allí. Sí aumentarán, el año pasado la inversión española fue de 160 millones y crecerá. Veo similitudes entre los georgianos y los españoles, en sus modos de vida, pensamiento... Ambos somos del sur. Esto ayudará en los negocios. Y Talgo es sólo el principio. Por eso estoy aquí, para aumentar las relaciones comerciales y turísticas, que está en el interés de ambos, como conseguir un vuelo directo.