Simpatizantes del golpe en Níger amenazan con secuestrar a europeos si no se cumplen sus exigencias

Niamey vive hoy un pánico bidireccional. Por un lado, miles de nacionales europeos (la cifra ronda los 1.500) se apresuran a abandonar el país gracias al programa de evacuaciones liderado por Francia, donde España también está organizando la evacuación de 70 españoles en territorio nigerino. Por el otro, los golpistas miran el reloj y las manecillas resuenan ensordecedoras mientras se aproxima el 6 de agosto, fecha límite impuesta por los líderes de la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental) para que se devuelva el poder a la vía democrática.

Una vez pase el plazo estipulado, la CEDEAO podría intervenir militarmente en el país, desatándose una guerra regional desde que Mali y Burkina Faso ya han confirmado su apoyo a los golpistas en Níger. Francia cuenta además con el beneplácito del gobierno depuesto para tomar las medidas militares que considere pertinentes para restablecer el orden en el país, mientras Reino Unido y la Unión Europea han expresado su acuerdo con el ultimátum ofrecido por la CEDEAO. La postura europea frente a los acontecimientos de Níger hace temer a los golpistas una intervención europea en conjunto con la CEDEAO.

Grupos de presión

El grupo de presión nigerino conocido como M62, cuyas raíces prorrusas lo vinculan a su coetáneo maliense, Yorowolo, emitió en la tarde del martes un comunicado llamando a “condicionar la evacuación de los europeos con la partida inmediata de las fuerzas militares extranjeras” y a “rodear el aeropuerto todos los días” hasta que se cumplan sus exigencias. A ojos del M62, la evacuación de europeos en exclusiva (de los cuales, 850 serían nacionales franceses) responde a la intención de la Unión Europea de participar en una intervención militar. Afirman que, si los militares franceses no abandonan Níger en los próximos días, tampoco permitirán que lo hagan sus civiles. El mismo comunicado anima al Consejo Nacional por la Salvaguarda de la Patria (CNSP) a suspender la difusión de los medios franceses RFI y France24 en Níger, y pide la reapertura de fronteras con las naciones aliadas.

El M62 pretende así utilizar a civiles europeos como rehenes en caso de un ataque europeo o, en cualquier caso, para forzar a la Unión Europea a desechar la posibilidad de participar en un conflicto cada vez más inmediato en África Occidental. El presidente galo, Emmanuel Macron, ya anunció poco después del ataque realizado contra la embajada francesa por parte de manifestantes simpatizantes con el golpe que “no tolerará ataques” contra sus ciudadanos, asegurando que sus fuerzas estarían dispuestas a intervenir en caso de derramarse sangre francesa.

El CNSP ya ha escuchado algunas de las peticiones interpuestas por el M62: en la mañana del miércoles se conocía que las fronteras de Níger con Libia, Argelia, Burkina Faso, Mali y Chad se han abierto de nuevo, mientras las fronteras con Nigeria y Benín (ambos países de la CEDEAO englobados dentro del bloque contrario a los golpistas) permanecen cerradas. Ya anunció el Jefe del Estado Mayor de la Defensa de Nigeria, Christopher Musa, en una rueda de prensa, que el ejército nigeriano “está preparado para restablecer el orden en Níger en cuanto [el presidente nigeriano] Tinubu dé la orden”, entre que se mostró confiado en la victoria al añadir que “no les permitiremos [a los golpistas] triunfar”.