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González abandona Caracas tras no poder ver a Leopoldo López
El ex presidente precipita su salida del país al no recibir autorización del régimen para visitar a los presos políticos.
El chavismo arrinconó a Felipe González de todas las formas posibles: suspendió la audiencia del ex alcalde Antonio Ledezma, no le permitió el acceso a las cárceles para poder ver a los presos políticos, denegó los permisos para que participase en la defensa de Leopoldo López y mandó a sus hordas a protestar contra la visita. Al final, el ex presidente sintió en carnes propias lo que sufren los opositores en Venezuela. Ante la imposibilidad de poder ejercer ningún papel, decidió interrumpir abruptamente la visita y partir hacia Colombia en un avión privado dispuesto por el presidente Juan Manuel Santos.
El primero en dar la noticia fue Omar Estacio, abogado de Ledezma, cuya audiencia debía celebrarse ayer, pero finalmente quedó suspendida. En el Palacio de Justicia de Caracas y ante la atónita mirada de la Prensa, anunciaba: «Como todo se negó, González decidió no armar un espectáculo» intentando entrar si de antemano «tal posibilidad estaba fuera de la mesa, tal como sí han hecho otros ex presidentes latinoamericanos».
Poco después, LA RAZÓN conversaba con Juan Carlos Gutiérrez, responsable de la defensa de Leopoldo López y Daniel Ceballos. El abogado confirmaba que en una reunión por la mañana habían trazado la nueva estrategia. «Es la decisión correcta» porque evita una escalada de tensión con el Palacio de Miraflores y apuesta por «una actitud de respeto y de mediación» que sería más beneficiosa para López y Ceballos. Interrogado sobre la posibilidad de que González vuelva a Venezuela para ayudar en ambos casos, Gutiérrez ha revelado que el ex presidente español no lo descarta, siempre y cuando cambie la postura del Gobierno de Maduro. «Confiamos en que las autoridades le permitan entrar en otra vista oral», indicó.
Hoy se celebra una audiencia con López en el banquillo. En principio se esperaba que González acudiera como público, pero finalmente la defensa lo desestimó. «No serviría de gran cosa su presencia sin poder intervenir y habría muchas posibilidades de que no pudiera entrar. Podríamos haberlo intentado a primera hora, pero seguramente el cordón policial le habría impedido el acceso. A lo mejor en unas horas conseguiríamos el acceso, pero, reitero, lo importante es no confrontar y que en futuro ejerza como asesor», aclaró. «Sí es verdad que González viajó sin visa de trabajo, como turista. Pero teníamos por lo menos que intentarlo desde aquí», agregó.
Desde la MUD, la coalición que aglutina a los partidos de la oposición, aseguran a este periódico que prefieren quedarse con la parte positiva de la visita. «Hoy la UNASUR ha aprobado que acudan observadores internacionales a las próximas legislativas y esperamos que González nos ayude a convocar a un grupo independiente que no sólo audite los comicios, también los prolegómenos», afirman. Y recuerdan que «se siguen sumando venezolanos a la petición realizada por López y Ceballos desde su reclusión. 56 venezolanos, entre ellos privados de libertad, diputados, concejales, profesores y estudiantes se han sumado a la huelga de hambre para «exigir libertad para todos los presos políticos, el cese de la represión, la persecución y la censura, una fecha de elecciones parlamentarias y observación internacional calificada». González llegó el domingo a Venezuela procedente de Colombia para ayudar en la defensa de los presos políticos. El Gobierno venezolano ya había advertido de que el trabajo del ex presidente socialista no era lícito, enmarcando su presencia en Venezuela en una «campaña internacional» contra el «chavismo».
Desde Bruselas, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, señalaba que «el Gobierno [español] ha hecho lo que tenía que hacer. Invitar a residir en la Embajada española a González, ponerle la protección necesaria y facilitar los contactos que nos han pedido», informa Lidia Soria. García-Margallo insistía además en que la visita de González no ha tensado las relaciones bilaterales. «No hay una crisis, ha habido un viaje del ex presidente Felipe González invitado por los familiares de los presos. Y ha tenido las entrevistas oportunas y convenientes... No ha habido, que yo sepa, quiebra alguna en las relaciones entre los dos países», añadía Margallo. El jefe de la diplomacia española no tiene previsto ningún encuentro con su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez, en el marco de la Cumbre UE-CELAC que se desarrolla a partir de hoy. «No nos veremos porque no nos lo han solicitado, pero estoy abierto a reuniones bilaterales», explicaba el ministro.
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