Huelgas

Grecia vive una huelga general y pasa el Día del Trabajo a la próxima semana

El Primero de Mayo fue una jornada "sui generis"en Grecia: el Gobierno había trasladado el festivo a la semana próxima y los sindicatos, enfadados, convocaron una huelga general, aunque ha tenido un éxito desigual.

Una portavoz del principal sindicato griego, GSEE, aseguró a Efe que el seguimiento de la huelga fue "realmente bueno"en sectores como la Administración Pública, los bancos, el transporte marítimo, ferrocarriles y la industria, aunque no así en el comercio, ya que la decisión del Gobierno de modificar el día festivo y la proximidad de la Pascua Ortodoxa les impelía a abrir.

La huelga sirvió además como protesta contra la nueva ronda de recortes aprobada la noche del domingo por el Parlamento a instancia del Gobierno del conservador Andonis Samarás y la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).

Este nuevo plan de ajuste, que ha sido requisito para obtener el próximo tramo del rescate financiero, contempla, entre otras medidas, el despido de 15.000 empleados públicos hasta finales de 2014.

Además, incluye la posibilidad de que los nuevos contratados en el sector público, si lo son por un periodo inferior a los cinco meses, puedan recibir un sueldo de 490 euros mensuales si son mayores de 25 años y de 427 euros si son menores, una cifra inferior a los 580 euros en que está fijado el salario mínimo.

"La economía no va a resucitar con ayuda del Gobierno, de los banqueros ni del sistema político corrupto. Resucitará gracias a la lucha de los trabajadores, unos trabajadores a los que quieren dejar al margen porque en realidad los temen. Pero nosotros queremos a los trabajadores en la vanguardia de la reconstrucción de Grecia", dijo en su discurso el líder del partido izquierdista Syriza, Alexis Tsipras.

Las protestas del Primero de Mayo en Atenas, la capital griega, se dividieron en dos: una, la más temprana, organizada por el Partido Comunista, congregó a unas 5.000 personas, según las estimaciones policiales.

Una cifra reunió la manifestación convocada por los principales sindicatos y el primer partido de la oposición, Syriza, en su manifestación del mediodía.

Esta cifra de asistentes, aunque mayor a la de convocatorias del Día del Trabajo de años anteriores, fue claramente menor a la de las pasadas huelgas generales.

"No es una gran manifestación, en la anterior huelga general había unas 100.000 personas", se lamentaba Andonis Dimakis, empleado de una institución semipública de salud mental a la que le han reducido el presupuesto a la mitad y en la que muchos de sus trabajadores llevan 8 meses sin cobrar.

"Hay derrotismo y pesimismo entre la clase trabajadora, pero si la huelga se hubiese organizado mejor hubiese venido más gente", añadía.

Frente al Parlamento heleno, un anciano agricultor jubilado posaba con una cacerola y un cartel de Angela Merkel caracterizada como Adolf Hitler.

"Cobro 345 (euros) de pensión. Pago 145 de alquiler y me quedan sólo 200 para pasar todo el mes", explicaba el hombre, llamado Konstantinos Doganis.

"Siempre había votado al Pasok (socialista y uno de los partidos que sostiene al Ejecutivo de Samarás), pero desde hace tres años ya no voto a ninguno", añadía.

La misma rabia expresaba Eftijía, una mujer de mediana edad en cuya familia de cinco miembros sólo uno tiene trabajo.

"Mi situación es la de todos los griegos, sin trabajo, sin seguridad. Nosotros no debemos dinero, los que deben dinero son los que robaron al Estado. Y se sabe quiénes son, son los que nos han gobernado durante años. Quieren que nos muramos. Conozco a mucha gente que no tiene ni para comer. Dentro de poco puede que ni siquiera nosotros tengamos para comer", denunciaba.

En los seis años de recesión y cuatro de austeridad que arrastra Grecia, la tasa de paro ha pasado de menos de un 10 % hasta el 27 %, los salarios -tanto públicos como privados- se han visto severamente reducidos, decenas de miles de pequeñas empresas han cerrado, y el poder adquisitivo se ha reducido a la mitad.

En Salónica, la segunda mayor ciudad de Grecia, así como en otras localidades, también hubo manifestaciones contra las medidas de austeridad del Gobierno y por los derechos de los trabajadores.