Elecciones

Grecia vuelve a las urnas con la derecha como favorita

Kyriakos Mitsotakis, que ya ganó las elecciones de mayo, espera obtener una amplia mayoría gracias a la prima de 50 diputados al partido más votado

Grecia vuelve a las urnas el domingo para unas elecciones legislativas en las que la derecha del ex primer ministro Kyriakos Mitsotakis espera obtener los escaños que le faltaron el mes pasado para alcanzar la mayoría absoluta.

El líder de los conservadores de Nueva Democracia (ND), que aspira a un segundo mandato, obtuvo una amplia victoria el 21 de mayo con 40,8% de los votos, el doble de su principal adversario, la izquierda de Syriza de Alexis Tsipras.

Pero este resultado, calificado de "terremoto político", sólo le aseguró 146 de los 300 escaños de la Cámara, seis menos de los que le permitirían formar gobierno sin necesidad de alianzas.

Mitsotakis, de 55 años, alentado por el impulso y por una cultura política más inclinada a la confrontación que a la negociación, excluyó la formación de una coalición y pidió nuevas elecciones.

Los otros cuatro partidos que consiguieron curules hicieron lo mismo, allanando el camino para las elecciones del 25 de junio.

Mitsotakis, en el poder desde 2019, fue reemplazado entonces al frente del gobierno de forma interina, por el presidente del Tribunal de Cuentas. Un paso de lado, con la expectativa de volver al cargo más fortalecido.

Según las encuestas, ND debería volver a ganar ampliamente, 39% a 43,9% de los votos. Syriza, que sufrió un duro revés al recibir solo 20% de los votos el 21 de mayo, espera no ceder más terreno. Las encuestas le conceden entre 19,2% y 20,9% de los votos, seguido de los socialistas Pasok Kinal (alrededor del 12%).

Para obtener la mayoría absoluta, Mitsotakis apuesta por un modo de votación diferente de las elecciones anteriores, que concede al partido vencedor una prima de hasta 50 escaños.

Este hijo de un ex primer ministro evocó inclusive la posibilidad de unas terceras elecciones, en agosto, si no consigue sus fines. Lo que los medios de comunicación y la oposición denuncian como un intento de "chantaje" a los votantes.

Para el ex primer ministro Alexis Tsipras (2015-2019), una nueva derrota plantearía con mayor agudeza la cuestión de su permanencia al frente de un partido de izquierda radical.

Después de la dolorosa derrota de mayo, el dirigente admitió que pensó en tirar la toalla. Pero cambió de idea. "Nunca retrocedí y nunca deserté", explicó.

Al dar la espalda masivamente a Syriza, los griegos demostraron el deseo de dejar atrás los años de amarga crisis financiera y los paquetes de rescate en condiciones drásticas que los empobrecieron considerablemente.

Durante esta breve segunda campaña, la decadencia de algunos servicios públicos en los últimos diez años ocupó los debates.

Al menos dos personas, entre ellas una niña de 19 años, embarazada, murió en las últimas semanas a causa de la llegada tardía de los servicios de emergencia, ilustrando la grave falta de medios en el sector de la salud. Tsipras denunció el marasmo de los hospitales públicos, que "se derrumban".

Mitsotakis promete contratar médicos, sobre todo en las islas insuficientemente equipadas, donde la población crece en verano con el flujo de turistas.

Durante la campaña, las crispaciones con Turquía y la política migratoria regresaron a la escena. La derecha denunció la injerencia del consulado turco en la circunscripción de Rhodope en Tracia (noreste), donde vive una importante minoría musulmana de origen turco, la única donde ganó Syriza.

Los que sostienen a Mitsotakis acusan a la izquierda de elegir como representante a un diputado cercano al consulado turco.

El final de la campaña también se vio ensombrecido por el naufragio de una embarcación de migrantes que dejó 78 muertos y cientos de desaparecidos el miércoles frente a las costas de Grecia. Un candidato conservador fue expulsado de su partido después de hacer comentarios racistas sobre los migrantes.

Un pequeño partido xenófobo, cercano a la franja conservadora de la Iglesia ortodoxa, Victoire ("Niki"), podría entrar al Parlamento.

Es fuerza creó la sorpresa el 21 de mayo con 2,9% de los votos y ahora se le acredita más del 3%, el umbral necesario para entrar en la cámara.