Asia

Expertos militares chinos simulan una guerra naval con EEUU con un resultado "catastrófico" para su país

Analistas del Ejército chino proyectan un escenario de "guerra total" con EEUU y analizan el desempeño de sus nuevos destructores

Barcos de la Armada china
Barcos de la Armada chinaPLA NavyPLA Navy

El Chinese Journal of Ship Research ha publicado un estudio elaborado por Guo Xinwang y Fang Canxin, de la Unidad 91404 del Ejército Popular de Liberación de China, con los resultados de una simulación de una guerra naval con Estados Unidos. El documento hace hincapié en el desempeño de los buques de guerra chinos frente a la contraparte estadounidense en el Mar de China Meridional. Una de las conclusiones revela "resultados catastróficos" para la Armada del gigante asiático, cuyos destructores perderían más de la mitad de su capacidad de combate.

En su artículo, los científicos chinos simulan un combate contra una hipotética "alianza azul" liderada por EEUU, si bien el estudio no nombra a ningún país.

El artículo se ha centrado principalmente en evaluar las capacidades de combate de las armas en un conflicto regional con la posible intervención militar directa de dos o más grupos de portaaviones estadounidenses alrededor de Taiwán o en el Mar de China Meridional, una zona disputada por Pekín y varios países vecinos como Filipinas y Vietnam. Sin embargo, la resolución del conflicto produciría "un choque de voluntades estratégicas" que desencadenaría en "una guerra total”, según resuelve el equipo dirigido por el investigador Fang Canxin.

Los astilleros chinos han estado trabajando en los últimos años en el desarrollo de un nuevo tipo de destructor de misiles guiados Tipo 055. Uno de ellos, ya en servicio, es el Lhasa, que desplaza 10.000 toneladas y está considerado como el segundo en potencia después del barco clase Zumwalt de la Marina de los EEUU. El Ejército Popular de Liberación planea tener ocho unidades iguales en los próximos años. Actualmente, según el diario South China Morning Post la armada china tiene cerca de 50 destructores.

En la simulación se planteó que cada uno de estos barcos es atacado por más de 11 misiles y más de tres torpedos procedentes de diferentes ubicaciones, lo que dificulta la defensa de la nave. Los autores señalan que la "alianza azul generó ruidos de interferencia 30 veces más fuertes que la señal utilizada por los buques de guerra de China para comunicarse" y que "el rango de detección de los radares chinos se redujo a menos del 60 por ciento de su distancia normal".

El análisis tiene como objetivo comprobar los límites del armamento chino, sus tecnologías de defensa y la doctrina de guerra para planificar una estrategia de cara a la denominada "batalla del fin del mundo", definida como “un choque de voluntades estratégicas donde el conflicto regional escala a una guerra total”. El riesgo de conflicto militar entre China y EEUU ha alcanzado su mayor nivel en décadas en parte motivado por las disputas territoriales y por la soberanía de Taiwán, que Pekín reclama como parte de su territorio.

El periódico South China Morning Post recuerda en un artículo las inquietantes palabras del ex presidente filipino Rodrigo Duterte, cuando a finales de año dijo que “si colocara la escala de una guerra inminente del uno al 10, pondría la situación ahora mismo en un 7”. Bajo la presidencia de Trump, algunos altos funcionarios del Departamento de Estado de EEUU definieron la disputa entre los dos países como un “choque de civilizaciones” y en 2019 etiquetaron a los chinos como “la primera gran potencia competidora que no es caucásica”.

También cita el mismo medio las palabras de Hu Xijin, ex editor del periódico nacionalista chino "Global Times" y una figura muy activa en las redes sociales chinas.

“Si se produjera una guerra entre China y Estados Unidos en la que los intereses estratégicos de ambas partes estuvieran igualmente en juego, Estados Unidos podría movilizar fácilmente sus fuerzas y participar en una lucha de vida o muerte con China”, dijo Hu en una publicación de Weibo el 18 de junio cuando el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitaba Pekín. “En tal escenario, creo que China no tiene posibilidades de ganar”, agregó.