Política

Nicolás Maduro

Juan Guaidó, verbo simple y traje elegante

Su autoproclamación, respaldada de manera inmediata por Estados Unidos y varios gobiernos de la región, es otro episodio de la larga crisis política que atraviesa Venezuela

Juan Guaidó anuncia que asume las competencias del Ejecutivo, este miércoles en Caracas (Venezuela). EFE/ Miguel Gutiérrez
Juan Guaidó anuncia que asume las competencias del Ejecutivo, este miércoles en Caracas (Venezuela). EFE/ Miguel Gutiérrezlarazon

Sin gritos ni vestimenta tricolor, Juan Guaidó se ha convertido en la figura fundamental de la oposición en estas horas. Apenas han pasado 13 días desde que el parlamentario asumió como presidente de la Asamblea Nacional y ya se ha convertido en una esperanza para el pueblo opositor venezolano. Su estilo difiere con el de otros líderes que ha tenido el antichavismo. No usa ropa deportiva sino camisa, traje y, a veces, corbata.

Sus discursos son en tono de conversación, sin estridencias. En cada ocasión que habla en público, aprovecha para explicar acciones y decisiones más que para lanzar consignas. Lo hace a sabiendas que hay “hegemonía comunicacional” –control político del chavismo sobre los grandes medios de comunicación-, que la prensa independiente es apenas un archipiélago de portales digitales con poco alcance masivo y que la censura impera.

Guaidó habla poco. No da extensos discursos. Enfoca sus palabras en la narrativa estratégica de la Asamblea Nacional: debemos cesar la usurpación del poder, lograr un gobierno de transición que restaure la constitución y llegar a unas elecciones libres donde compitan todos. Para ello, se insiste en la amnistía y las garantías democráticas para lograr que distintos sectores, especialmente militares, erosiones el respaldo que sostiene a Maduro. Además, en cada discurso hace contrición y admite que la dirigencia ha cometido errores, que se han incumplido muchas expectativas.

No es un gran orador. Y lo sabe. Pero ello mantiene sus intervenciones simples, concretas, cortas y enfocadas. “Así el mensaje no se pierde en el boca a boca del que dependen nuestras comunicaciones con la gente”, dice una diputada en su entorno.

Pocos conocían a Guaidó antes del 5 de enero. El director de la encuestadora Delphos, Félix Seijas, admite que su nombre “ni siquiera salía en las menciones espontáneas”. Su rol era en la segunda línea del partido Voluntad Popular, que le tocaba asumir la presidencia del parlamento. Freddy Guevara era el elegido, pero está refugiado en la embajada de Chile en Caracas, perseguido por el gobierno. La mayor parte del liderazgo partidista opositor está en el exilio. Así que a Guaidó, que venía de ser el jefe del grupo parlamentario de la Unidad opositora, tomó el testigo.

El actual presidente de la Asamblea Nacional es el más joven de la historia, y también en la primera magistratura del país ahora que ha asumido el Poder Ejecutivo como encargado. Nació el 28 de julio de 1983, y comparte día de cumpleaños con el fallecido Hugo Chávez. Hizo política universitaria, forma parte del equipo fundador de Voluntad Popular y tiene estrecha relación con Leopoldo López, quien lo asesora en cada paso dado en la actual coyuntura.