Elecciones en Francia
Guerra abierta entre Hollande y Valls por la candidatura socialista al Elíseo
La derecha francesa cierra filas alrededor de Fillon, que empieza a diseñar su equipo electoral
La derecha francesa cierra filas alrededor de Fillon, que empieza a diseñar su equipo electoral.
François Hollande y Manuel Valls andan a cuchilladas. Tanto, que el Palacio de Matignon se ha visto obligado a anunciar que el primer ministro descarta una dimisión porque «no puede haber, especialmente en este momento preciso en el que Francia encara la amenaza terrorista, una confrontación política en el marco de unas primarias entre un presidente de la República y un primer ministro». Éste fue el resultado del largo almuerzo que mantuvieron ayer los dos hombres, después de que Valls hubiera amenazado la víspera con presentarse contra Hollande.
La tardanza del presidente de la República en anunciar su posible candidatura a la reelección, y el «profundo desconcierto» que ha producido la publicación del libro de confidencias de Hollande («Lo que un presidente no debería decir») han provocado el nerviosismo de su primer ministro, que se siente capaz de «romper el mecanismo que llevará a la izquierda a la derrota». Por ello ha querido forzar la mano a Hollande, con la esperanza de que renuncie a la reelección, anunciando en una entrevista en el «Journal du Dimanche» que no excluye presentar su candidatura para las presidenciales de 2017. Valls va más lejos aún, y anuncia en esa entrevista que tomará «en conciencia» la decisión de presentar o no una candidatura frente a la del presidente de la República.
De ahí la acalorada respuesta de uno de los hombres más cercanos a Hollande y portavoz del Gobierno, Stéphane Le Foll, que afirmó ayer por la mañana en Europe 1 que «no habrá primarias entre el presidente de la República y el primer ministro» y que, si esa posibilidad se da, entonces es que «ya no es primer ministro», invocando una dimisión de Valls.
El partido pretende ahora que las cosas vuelvan, al menos durante unos días, a su cauce. Al parecer, Valls ha logrado que Hollande acelere la decisión de anunciar su candidatura, lo que podría tener lugar el 1 de diciembre, la víspera de un viaje a los Emiratos Árabes. En cualquier caso, será antes del 15 de diciembre, fecha límite para la presentación de candidaturas para las primarias de la izquierda. Al contrario de lo que piensa el primer ministro, Hollande considera que tiene posibilidades de ganar de nuevo la Presidencia frente al programa liberal de François Fillon. El único y no pequeño obstáculo es que antes tiene que ganar las primarias.
En cuanto a Fillon, ya designado como candidato de la derecha y el centro, dedicó el día de ayer a reunirse con unos y otros. La primera tarea que tiene entre manos es la de reorganizar el partido e intentar unir todas las tendencias en torno a su candidatura para las presidenciales. Los estatutos de Los Republicanos prevén que el aspirante a las presidenciales dirija también el partido, que hasta ahora estaba controlado por los sarkozystas. El domingo se hizo público el nombre de quien sustituirá a Laurent Wauquiez a la cabeza de Los Republicanos. Se trata de Bernard Accoyer, antiguo presidente de la Asamblea Nacional. El sarkozysta Wauquiez asume el cargo de secretario general, y tendrá un equipo colegial formado por personas procedentes de las distintas corrientes representadas por cada uno de los candidatos de las primarias.
Ahora, Fillon deberá definir los contornos del que sería su futuro equipo de Gobierno y concretar su programa. De momento, tiene de su lado a la patronal francesa. Su presidente, Pierre Gattaz, asegura que no apoyan a ningún candidato, pero considera que el programa económico es «entusiasmante», y aseguraba que el ex primer ministro tiene más de Schröder que de Thatcher.
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