Relaciones internacionales

¿Ha engañado Irán a la comunidad internacional?

Teherán responde a la acusación de Israel, llama «mentiroso infame» a Netanyahu por sus declaraciones y tacha sus revelaciones de «inútiles y vergonzosas», mientras la UE y Trump mantienen posiciones contrarias.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, durante una conferencia de prensa en Tel Aviv
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, durante una conferencia de prensa en Tel Avivlarazon

Teherán responde a la acusación de Israel, llama «mentiroso infame» a Netanyahu por sus declaraciones y tacha sus revelaciones de «inútiles y vergonzosas», mientras la UE y Trump mantienen posiciones contrarias.

La tensión entre Israel e Irán suma un nuevo capítulo y nuevos actores. El lunes el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, convocó a su Gabinete de Seguridad para dirigirse a los israelíes por televisión con el objetivo de anunciar que el régimen de Irán había engañado al mundo y que mantiene su programa atómico en marcha. La acusación sobre el supuesto programa nuclear secreto iraní ha recibido el apoyo total de EE UU, que dio validez a las revelaciones, mientras que la UE recordó con cautela que la agencia atómica de la ONU (OIEA) no ha cuestionado el cumplimiento de Teherán de sus compromisos. Cuando la penísula coreana parece enfriarse, Oriente Medio vuelve a ser una bomba de relojería que sólo el tiempo dirá si estalla. Éstas son las posiciones de los diferentes actores en este nuevo avispero.

Israel

Bajo el título «Archivo nuclear secreto de Irán», Israel ofreció pruebas «contundentes» referentes al período 1999-2003 y a un programa nuclear militar que la República Islámica siempre ha negado que haya existido siquiera. Se trata, por lo tanto, de pruebas anteriores a la firma del acuerdo de julio de 2015.

Tel Aviv no alega que el material incluya ninguna prueba sobre violaciones iraníes del acuerdo en cuestión. El argumento central de Netanyahu es que dicho acuerdo se basó en una premisa falsa, ya que Irán no dijo la verdad respecto a sus ambiciones nucleares ni a lo que ya había hecho en años precedentes para alcanzar la bomba atómica.

En opinión del general retirado Amos Yadlin, ex jefe del Servicio de Inteligencia de Israel, que encabeza hoy el Instituto de Investigaciones de Seguridad Nacional, «el material presentado muestra una clara línea de comportamiento de Irán, y presenta documentos que prueban que mintió no sólo en 2003 sino constantemente, también la semana pasada en las declaraciones del ministro de Exteriores, Moha-mmad Javad Zarif, que aseguró que su país nunca aspiró a desarrollar la bomba atómica».

Ya en el prólogo del acuerdo nuclear, dice que «Irán reafirma que bajo ninguna circunstancia buscará, desarrollará o adquirirá armas nucleares de ningún tipo». Según Netanyahu, eso ya es una violación del acuerdo porque fue la proclamación de una falsedad. «Los archivos muestran que Irán sí buscó la bomba atómica», recalca Yadlin. Efraim Asculai, experto nuclear, asegura en declaraciones a LA RAZÓN que «sabíamos que Teherán miente, pero esto es otra cosa. Ahora hay pruebas claras».

Irán

Las acusaciones de Israel sobre la posibilidad de que tenga un programa nuclear secreto han despertado un «tsunami» en el régimen de los ayatolás. Las autoridades iraníes arremetieron ayer con saña contra el primer ministro israelí, tildándole de «mentiroso infame» y sus declaraciones y pruebas de «inútiles y vergonzosas».

Si bien todas las declaraciones por parte de Teherán se centraron en burlas y bravuconerías, lo cierto es que la situación que se presenta en el país y para el régimen será muy negra si finalmente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decide revocar el acuerdo nuclear iraní el próximo 12 de mayo.

Ningún alto responsable iraní habló ayer de manera oficial ni defendió su inocencia. Los deseos de Teherán de poder dotarse con armas nucleares es un viejo anhelo que existe desde los ochenta. La estabilidad y el aperturismo que ha conseguido dar al país el moderado presidente Hasan Rohani podría volverse un su contra si siguen apretándole las turecas desde Washington y Tel Aviv. Un Rohani acorralado sólo tendrá una salida: la dimisión y la vuelta al poder de los ultraconservadores. En resumidas cuentas, el régimen de los ayatolás podría retomar su programa nuclear y no para fines pacíficos.

La OIEA

Desde Viena, la Organización Internacional para la Energía Atómica recalcó ayer que Teherán está cumpliendo sus compromisos y recordó que sus expertos concluyeron en 2015 que el Gobierno abandonó a partir de 2009 sus intentos de hacerse con una bomba nuclear. La OIEA recordó, no obstante, que hasta finales de 2003 Irán disponía de una «estructura organizativa para la coordinación de varias actividades relevantes para desarrollar un artefacto nuclear».

Esas actividades continuaron después de ese año, aunque de forma menos coordinada, y «no hay ninguna señal creíble de que se extendieran más allá de 2009», dijo el portavoz del organismo, Frederik Dahl. La OIEA pasó por alto las acusaciones de Netan-yahu y se limitó a decir que «evalúa todas las informaciones disponibles» y que no es norma de la organización «discutir públicamente asuntos relacionados con dicha información».

Estados Unidos

A pesar de que la OIEA ha ratificado ayer y decenas de veces anteriormente que Irán cumple con el acuerdo, la batalla diplomática de Trump por romper con este histórico pacto podría llevar a los socios europeos a replantearse también su postura. El presidente estadounidense está presionando a sus colegas para negociar un pacto suplementario que buscaría bloquear la actividad nuclear de Teherán «a largo plazo» y limitar tanto su sistema de misiles balísticos como su influencia en la región.

Ésta es una de las cláusulas que no se incluye en el pacto nuclear de 2015 y por la que el régimen de Irán no está dispuesto a ceder y amenaza con abandonar el acuerdo y poner en marcha con rapidez los procesos de enriquecimiento de uranio. Tras conocer las revelaciones, Trump afirmó que «no es aceptable». «Lo que hemos aprendido demuestra que yo tenía razón», aseguró.

La UE

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, subrayó ayer que hay diez informes de la OIEA que certifican que Teherán ha respetado sus compromisos.