Reino Unido

Hacia la recesión

Boris Johnson, en una imagen de archivo / Reuters
Boris Johnson, en una imagen de archivo / Reuterslarazon

Viendo el resultado de las reuniones del Gobierno de Johnson con la UE, ¿es imposible llegar a un acuerdo?

Sí, tal y como está ahora, la UE mantiene el acuerdo que consiguió con Theresa May, el objetivo del Gobierno de Boris Johnson es eliminar la frontera de Irlanda, mientras que la UE no va a aceptarlo nunca. Esto podría ser la ruptura entre Irlanda del Norte e Irlanda, porque implicaría dinamitar el acuerdo del Viernes Santo. Para la UE, dar de lado a uno de sus miembros (Irlanda) en el ámbito de seguridad y de fronteras, y otorgar un trato de favor a un país que se está marchando: Reino Unido.

¿Cuál es la posible solución para la frontera irlandesa?

La solución pasa por acordar algo parecido a una unión aduanera, en la que no tengan que imponer aranceles a los productos; en otras palabras, tener un acuerdo que se parezca a lo que hay ahora, casi una frontera abierta. Sin embargo, los que están a favor de un Brexit duro, se oponen a ella y al mercado único.

¿Por qué necesita destinar más dinero para el Brexit?

Tiene sentido prepararse para la salida de la UE: los transportes, las provisiones para las cadenas de suministro, el sector de la agricultura que puede desubicarse, sustituir los presupuestos para el desarrollo de la UE por los propios. Entiendo que haya que prepararse para ello. Pero los que están a favor de un Brexit “duro” o “sin acuerdo”, han dicho que habría un beneficio económico inmediato al dejar la UE. Pero no es cierto, no solo se van a gastar miles de millones en dejar la UE, sino que la economía podría frenar y entrar en recesión, lo que significa perder dinero ahora y durante los próximos años. Así que los 2.100 millones de libras para prepararse para una salida sin acuerdo es un mensaje del Gobierno de Johnson, pero también pone de relieve el coste del verdadero error de este Gobierno; que está preparando al país para una caída de la economía, y para la posible catástrofe de abandonar la UE, con o sin un acuerdo.

¿Cómo van a afectar a la población británica las previsiones a la baja del Banco de Inglaterra?

Este ha sido siempre el punto desde que se votó abandonar la UE. Casi todos los economistas, las agencias del Gobierno o el Banco de Inglaterra han dicho que se pagaría un coste económico por el Brexit. Sabemos que incluso con el acuerdo de Theresa May se produciría una caída relativa de la economía de entre un 3% y un 5%. Sin un acuerdo, podría producirse una caída del 9% del PIB. Lo que dice ahora el Banco de Inglaterra es que hay una posibilidad de un tercio de que haya una recesión en los próximos años. Desde una base lógica y racional se sabe desde hace años que un Brexit va a ser costoso, y un no-acuerdo sería mucho más dañino. El problema es que los defensores de un Brexit “duro” o “sin acuerdo” dicen que esto son unas proyecciones desde el miedo, que están intentando dirigir a los británicos; en otras palabras, que la campaña del miedo está ocultando la realidad en vez de mostrarla. Ahora, los economistas están avisando de lo que viene, y el Gobierno está cerrando los ojos. Esta es la razón por la que dimitió el ministro de Finanzas antes de el cambio de Gobierno: vio las estimaciones y tenía las previsiones frente a él, y dijo que no podía ser responsable de la tesorería en caso de que no hubiera acuerdo.

¿Puede, por todo ello, cambiar de idea Boris Johnson y buscar un acuerdo para evitar una crisis?

No, creo que no hay plan B para Boris Johnson. La única opción es que, de alguna manera, la UE se dé por vencida y acepte su acuerdo de retirada. La segunda opción es abandonar la UE sin acuerdo y esperar lo mejor, pero la esperanza no es un plan. Johnson ha conseguido ser primer ministro poniéndose en una esquina, y lo único que puede hacer desde esa esquina es decir que Reino Unido prevalecerá y que empezará una era dorada, y todo el que diga lo contrario es un fatalista. Es como si un hombre que va a saltar de un acantilado dice que tiene un par de alas que van a evitar que se caiga.