Oriente Medio
Hamás acepta la propuesta de alto el fuego en Gaza presentada por Qatar y Egipto
Israel estudia los términos del acuerdo validado por el líder de los islamistas, Ismail Haniyeh, a las puertas de una incursión militar en Rafah
El jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, ha comunicado este lunes a Egipto y Qatar, mediadores de las negociaciones en curso para desbloquear un alto el fuego en Gaza, que acepta la propuesta presentada por los principales intermediarios para detener las hostilidades en el enclave palestino, donde han muerto más de 34.600 personas en los últimos siete meses. «Ismail Haniyeh, líder del buró político del movimiento Hamás, realizó una llamada con el primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, y con el ministro de Inteligencia egipcio, Abbas Kamel, y les informó de la aprobación por parte del movimiento Hamás de su propuesta sobre un acuerdo de alto el fuego», recoge el comunicado del grupo islamista palestino, que no detalla el contenido de la propuesta.
Israel, cuya delegación sigue estudiando la propuesta, todavía no se ha pronunciado al respecto. El primer y único miembro del Gobierno israelí en hacerlo a esta hora ha sido el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, titular de la cartera Seguridad, que cree que «solo hay una respuesta a los trucos y juegos de Hamás: una orden inmediata de conquistar Rafah, aumentar la presión militar y seguir aplastando a Hamás hasta su derrota total». La propuesta aceptada por los islamistas es una versión «suavizada» de una propuesta egipcia, que incluía conclusiones «de gran alcance» que Israel no podía aceptar, según fuentes diplomáticas israelíes citadas por Reuters. «Al parecer, se trata de una artimaña destinada a hacer que Israel parezca la parte que se niega a llegar a un acuerdo», explican estas mismas fuentes.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, reafirmó durante el fin de semana que Israel no aceptaría ninguna propuesta que contemplara el fin de la guerra. Según la prensa israelí, la propuesta a la que Hamás ha dado luz verde consta de tres fases. La primera prevé la liberación de 33 rehenes vivos –mujeres, niños, ancianos y enfermos– en el marco de una tregua de 40 días, a cambio de cientos de prisioneros de seguridad palestinos. En la segunda, todos los presos que restantes siguen con vida serían liberados durante una nueva tregua de 42 días, a cambio de otros cientos de presos de seguridad, y el Ejército israelí retiraría sus tropas de Gaza. La tercera y última fase del acuerdo duraría de nuevo 42 días, y Hamás tendría que entregar los cadáveres de las personas asesinadas el 7 de octubre o muertas en cautiverio, a cambio de cadáveres de presos de seguridad palestinos muertos bajo custodia israelí. Un portavoz de Hamás, Taher al Nono, traslada a Reuters que la propuesta aceptada por los suyos incluye un alto el fuego, la reconstrucción de Gaza, el regreso de los desplazados y un acuerdo para el intercambio de prisioneros.
El repentino cambio de criterio de Hamás, cuya delegación abandonó el domingo las negociaciones en El Cairo y aplazó hasta el martes la reanudación de las conversaciones ante la falta de avances, coincide con la orden israelí de evacuar a Jan Yunis a cerca de 100.000 personas de los barrios del este de Rafah, la localidad del extremo sur de la Franja de Gaza, fronteriza con Egipto, donde se hacinan casi 1 millón y medio de personas que huyen de los combates. La cúpula política y militar de Israel cree que en Rafah se encuentran los rehenes y se concentran los últimos cuatro batallones de Hamás. Por eso, Netanyahu garantizó que el Ejército entraría en Rafah «con o sin acuerdo» con Hamás.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha trasladado este lunes a las familias de los rehenes que «la negativa de Hamás a cualquier acuerdo que permita la devolución de los rehenes nos obliga a iniciar la operación en Rafah». Haniyeh respondió a las declaraciones de Gallant asegurando que esa operación «no será un picnic», y que las Brigadas Al Qassam, el brazo militar de los islamistas, están preparadas para «defender» al pueblo palestino. El movimiento brusco de Hamás también ha coincidido con la última conversación telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y Netanyahu, y con la visita a Tel Aviv de William Burns, el director de la CIA. Según Reuters, Biden siguió presionando a Netanyahu para que no siguiera adelante con una ofensiva militar israelí a gran escala en la ciudad de Rafah y le convenció para reabrir el paso fronterizo de Kerem Shalom, vital para la entrada de ayunda humanitaria.
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