Política

Conflicto Israel-Palestina

Hamas reta a Israel y envía a miles de jóvenes a la frontera

Netanyahu negocia para salvar su Gobierno

Un grupo de israelíes se manifestaron en Tel Aviv portando banderas de su país / Ap
Un grupo de israelíes se manifestaron en Tel Aviv portando banderas de su país / Aplarazon

Netanyahu negocia para salvar su Gobierno.

Al menos 23 palestinos fueron heridos ayer por fuego israelí en Gaza, según fuentes sanitarias, en las protestas masivas de los viernes junto a la frontera con Israel, en esta ocasión la primera vez después del alto el fuego que contuvo el martes la peor escalada de la violencia desde 2014. Miles de palestinos –unos 12.000, de acuerdo con medios locales– secundaron la trigésimocuarta convocatoria de la Gran Marcha del Retorno, en la que se quemaron banderas israelíes y fotografías del ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, quien presentó su renuncia esta semana por su oposición al alto el fuego.

Y eso pese a que Egipto había pedido a Hamas expresamente que controle la violencia, a fin de permitir avanzar en los contactos para un acuerdo más amplio con Israel. Issam Hamed, uno de los principales organizadores de las protestas de los viernes, reveló que «una delegación de alto rango de la Inteligencia egipcia nos pidió alejarnos de la valla en las tres próximas semanas, para que puedan completar su misión».

La intención era impedir que se repitan incidentes incómodos como los de la semana pasada, en los que el emisario catarí que entregó 15 millones de dólares en efectivo a Hamas para los sueldos de los funcionarios públicos fue apedreado al salir de Gaza. El jueves, el general Kamil Abu-Rukun, un coordinador de las actividades del Ejército israelí, advirtió a los manifestantes de no acercarse a menos de cien metros de la valla fronteriza. «Se nos acabó la paciencia, responderemos con firmeza», recalcó. Abu-Rukun dijo tener claro «que las protestas no son espontáneas sino organizadas por Hamas».

Mientras tanto, la atmósfera política en Israel a raíz de la reciente dimisión del ministro de Defensa Avigdor Lieberman es de elecciones adelantadas a corto plazo, aunque el primer ministro Benjamin Netanyahu intenta evitarlas a toda costa. «Sería un error histórico deshacer el gobierno de derecha», advirtió. Ayer conversó con los jefes de los partidos socios en la coalición de Gobierno para convencerles.

Mañana se reunirán personalmente y cabe suponer que se tomará una decisión. Algunos de los partidos, como Kulanu, del ministro de Finanzas Moshe Kahhlon, piden fijar ya fecha para ir a las urnas. Ello podría ser ineludible si el partido El Hogar Judío, del ministro de Educación Naftali Benet, resuelve abandonar la coalición al haberle negado Netanyahu la cartera de Defensa dejada por Lieberman. En ese caso, la coalición contaría únicamente con 53 de los 120 diputados del Parlamento, una situación en la que sería imposible gobernar.