Hay «indicios firmes» para encontrar a los agresores de las turistas españolas

Las autoridades tienen "indicios firmes para dar con los responsables"de la violación de seis turistas españolas en la periferia de Acapulco. Mientras continúan las investigaciones se van conociendo nuevos detalles sobre la agresión.

La fiscal general del estado mexicano de Guerrero, Martha Elva Garzón, afirmó que las autoridades tienen "indicios firmes para dar con los responsables"de la violación de seis turistas españolas en la periferia de Acapulco. En declaraciones a la emisora Radio Fórmula, Garzón dijo que no podía profundizar sobre las investigaciones, pero señaló que hay "avances importantes"para resolver el caso. "Afortunadamente ya tenemos indicios firmes para dar con los responsables de este reprobable hecho delictivo, mismo que lamentamos todos", afirmó la titular de la Procuraduría General de Justicia del estado de Guerrero. "No podemos profundizar en las líneas (de investigación), solamente que tenemos avances importantes (...), y que pronto daremos resultados positivos", agregó Garzón, a cargo de las pesquisas, informa Efe.

Mientras continúan las investigaciones se van conociendo nuevos detalles sobre la violación. Fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero (Fiscalía) han informado de que las agresiones tuvieron lugar durante la madrugada del lunes y fueron cometidas por cinco hombres armados y encapuchados que entraron en las habitaciones del bungalow donde se alojaban las turistas españolas. Los siete varones españoles que se encontraban en la casa fueron atados y amordazados. Una fuente judicial del Estado de Guerrero, donde se encuentra la localidad, afirmó a LA RAZÓN que el ataque se produjo cerca de las 2:30 de la madrugada (10:30 en España), cuando las jóvenes dormían.

El asalto ocurrió en una zona turística donde hay apartamentos de lujo, según el diario «El Sol de Acapulco». Las mujeres y sus parejas alquilaron la villa Babaji hace unos días. El lugar se encuentra a la altura de la zona conocida como Playa Encantada, en la carretera Barra Vieja, en un lugar que conduce a la región Costa Chica de Guerrero, en el sur del país. Los atacantes irrumpieron en el alojamiento, amenazaron a sus ocupantes con las armas y los amordazaron con los cables de los teléfonos móviles y con las cintas de los bañadores. Una mujer mexicana que también se encontraba en el lugar no fue agredida por los atacantes, que llevaban «cubierta la cara», según dijo el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto. Consultado sobre si esta circunstancia imposibilitará que prospere la investigación, Walton confió en que otros datos aportados por las víctimas permitan dar con los violadores.

Los hechos han levantado la alarma en la zona, uno de los principales centros turísticos de México, donde cada año acuden miles de jóvenes atraídos por el mar y las actividades de ocio. Las autoridades, que han montando un dispositivo para encontrar a los agresores, han informado de que no hay retratos robots debido a que llevaban el rostro cubierto y han descartado que tengan vínculos con la delincuencia organizada. «No es tan fácil, pero bueno... En la investigación que se llevó y en las declaraciones hay algunas líneas» para que avancen las pesquisas, añadió el alcalde de la ciudad. Los periódicos «El Sol de Acapulco» y «El Universal» informaron ayer de que, además del ataque sexual, las víctimas del brutal ataque denunciaron el robo de dos ordenadores portátiles, dos tabletas, tres cámaras fotográficas, 16 teléfonos móviles, tarjetas de crédito, 8.800 pesos (unos 512 euros) en efectivo y un reproductor de mp4.

Los catorce turistas (seis mujeres españolas, una mexicana y siete varones españoles), acompañados por funcionarios de Turismo, han presentado ya las respectivas denuncias. No han trascendido las identidades de los agredidos por petición expresa de las familias, que buscan mantener la discreción en unos momentos muy delicados. Por su parte, el cónsul general de España en México, Miguel Ángel Fernández de Mazarambroz, se desplazó al lugar de los hechos en cuanto tuvo conocimiento de la gravedad del suceso que había ocurrido para atender a las seis turistas violadas, que ahora ya se recuperan en un hospital de México DF, donde residen de manera habitual.

Aunque el Gobierno se esfuerza por levantar la imagen de Guerrero y de su principal atractivo turístico, esta región ha sido de las más golpeadas por la violencia desatada entre el Estado y los cárteles de la droga. El Ministerio de Asuntos Exteriores español recomienda a los turistas que extremen la prudencia en sus visitas a Guerrero, pues se trata de una zona de «especial peligrosidad».

El alcalde, Luis Waldo, dijo ayer que se ha pedido ayuda al Ejército, la Marina y la Policía Federal dentro del llamado «Operativo Guerrero Seguro», una campaña lanzada en 2011 para frenar la ola de violencia que sufre la ciudad.

A la pugna entre los cárteles de la droga se suma la cada vez más extendida delincuencia común, un fenómeno que ha acabado por ahuyentar al turismo internacional –especialmente norteamericano–, que buscaba sol y playa en Acapulco en los años ochenta. El nivel de violencia es tal que grupos de ciudadanos se han levantado en armas contra el crimen organizado, han formado su propia policía e incluso celebran sus propios juicios, lo que ha complicado aún más la situación.

En México, dos bandas dominan el tráfico de la droga: Los Zetas y el cártel de Sinaloa. Siete años después de que el ex presidente Felipe Calderón lanzara una ofensiva contra el crimen organizado, y con el nuevo Gobierno de Enrique Peña Nieto arrancando, las distintas facciones se han extendido por todo el país.