La cadena minorista HMV se ha visto obligada a retirar de sus tiendas físicas y de su plataforma online las codiciadas cartas coleccionables de Pokémon, tras una alarmante escalada de robos perpetrados por bandas criminales. La demanda desmedida y el alto valor de reventa han convertido estos productos en objetivos prioritarios para grupos organizados que operan tanto en tiendas como en rutas de distribución.

Phil Halliday, director ejecutivo de HMV, confirmó a The Mail on Sunday que incluso las camionetas de reparto han sido perseguidas por delincuentes que sospechaban que transportaban sobres de cartas. “Son extremadamente deseadas. Existe una amenaza feroz de robo”, declaró Halliday, quien también reveló que la tienda insignia de Oxford Street fue asaltada por ladrones que se dirigieron directamente al área donde se almacenaban los paquetes más valiosos.

Ante esta situación, HMV ha implementado protocolos de seguridad más estrictos: los sobres se mantienen detrás del mostrador, se limita la venta a cuatro unidades por cliente y se ha eliminado la información sobre existencias en línea. Además, la web ha sido blanco de bots automatizados que intentan acaparar el stock en segundos, lo que ha obligado a suspender temporalmente las ventas digitales.

La pokemanía en crecimiento

Las tarjetas Pokémon, que representan criaturas utilizadas por entrenadores en batallas ficticias, han mantenido su popularidad desde los años noventa. Algunas ediciones raras alcanzan precios astronómicos: una carta de Charizard de 1999 se vende por 25,000 dólares en eBay, mientras que el influencer Logan Paul adquirió una Pikachu Illustrator por 3,900,000 dólares en 2022.

El fenómeno no se limita a Pokémon. Sets de Lego raros también han sido objeto de robos, dada su alta demanda y dificultad para rastrearlos.