Líbano

Hizbulá amenaza con represalias tras el bombardeo israelí

Expertos israelíes advirtieron hoy de que el grupo chií libanés Hizbulá prepara una respuesta al ataque atribuido a la aviación de Israel el pasado lunes y barajan la opción de que opte antes por un asesinato selectivo de un alto mando israelí o una acción en el exterior que por una guerra abierta.

El partido libanés admitió hoy, miércoles, el bombardeo y advirtió en un comunicado que "esta agresión no quedará sin respuesta de la Resistencia (Islámica, brazo armado de Hizbulá), que elegirá el momento y el lugar, así como el modo de hacerlo".

En un amplio artículo publicado a seis columnas en la portada del diario local "Haaretz", el analista Amos Harel asegura que militares israelíes temen que la diana del contraataque sean "responsables de alto rango".

"Hizbula quizá comience atacando a oficiales israelíes de alta gradación, dicen fuentes israelíes. La razón, el ataque del lunes contra un convoy militar que los medios extranjeros vinculan con Israel", y que este país, como es habitual, no ha confirmado ni desmentido, explica.

"Parece que los oficiales israelíes se están preparando en este sentido. Aunque en cualquier caso, no parece que Hizbulá vaya a reaccionar de inmediato", pronostica.

Harel asienta su tesis en el hecho de que Hizbulá "tiene varias cuentas pendientes con Israel"-incluido el asesinato en 2008 en Damasco de quien fuera uno de sus mejores mercenarios, Imad Mughniyeh- y en "la enorme paciencia de su líder", el jeque Hasan Nasralá.

"Es posible que la venganza llegue de forma inesperada. Israel cree que la organización está esperando el momento adecuado, sin que tenga que ser en la frontera entre Israel y el Líbano. La respuesta quizás sea sobre un objetivo en el exterior", afirma.

"O contra un oficial israelí que se considere suficiente como para equilibrar la cuenta de Mughniyeh. Debemos asumir que a corto plazo la seguridad en torno a los VIP israelíes se va a reforzar especialmente", agrega.

"Pero es siempre sabio recordar que en esas partes la mayoría de las guerras se han desencadenado sin un plan, muchas veces tras incidentes tácticos, no estratégicos. Es lo que pasó entre Israel y Hizbulá en julio de 2006", apostilla.

En la misma línea, Alex Fishman especula en el diario "Yediot Ahronot"con la posibilidad de que quien ordenó el ataque pensara que Hizbulá no responderá al estar embarrado en la guerra civil de Siria.

"La guerra civil en Siria ha erosionado la fuerza del triángulo radical, constituido por las principales amenazas a Israel", argumenta.

"Mientras iraníes, sirios y Hizbulá crean que el presidente sirio, Bachar el Asad, tiene una opción de seguir en el poder, no estarán interesados en arrastrar a Israel, con una respuesta, a un conflicto que puede descontrolarse y afectar a toda la región", añade.

"¿Cuándo llegará la otra parte a un punto de no retorno o a una situación suficientemente desesperada o suficientemente fuerte como para devolver el fuego?. Nadie lo sabe, pero cualquier ataque adicional sube la apuesta", apostilla.