Terrorismo
Hollande promete mano dura contra el terrorismo y el antisemitismo
A punto de está de cumplirse un año del séptuple asesinato cometido por el yihadista Mohamed Mérah que acabó con la vida de tres militares galos y cuatro personas de confesión judía, entre ellas tres menores.
A punto de está de cumplirse un año del séptuple asesinato cometido por el yihadista Mohamed Mérah que acabó con la vida de tres militares galos y cuatro personas de confesión judía, entre ellas tres menores. Un triste aniversario que estos días se recuerda en Toulouse y Montauban, las ciudades francesas en las que el terrorista, de solo 23 años, perpetró su macabra y calculada matanza.
El llamado "asesino de la moto"que dijo actuar en nombre de la "guerra santa", la "yihad", pretendía "poner a Francia de rodillas". La serie de crímenes que se sucedieron durante varias semanas conmocionaron a una Francia, inmersa en periodo electoral. Ayer, el presidente de la República, François Hollande, prometió, como hiciera un año su antecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, no cesar en la lucha contra "todas las formas de terrorismo"y contra el antisemitismo. El jefe del Estado galo presidió en Toulouse una ceremonia de homenaje en recuerdo a los tres alumnos judíos de la escuela Ozar Hatorah y un profesor, así como los tres paracaidistas fríamente abatidos a tiros por Mérah.
"La lucha contra el terrorismo no admite ningún relajamiento, ninguna debilidad, ninguna negligencia"aseveró Hollande en un discurso en el que subrayó su "determinación"y "firmeza", al tiempo que envió un mensaje de solidaridad con las familias de las víctimas.
El dirigente socialista aprovechó la ocasión para recordar que se trata de una lucha "global"y esgrimir dicho argumento para justificar la guerra que su país libra en Mali contra los terroristas islamistas. "Por eso Francia está cumpliendo con su deber en Mali, –dijo–, en nombre de la comunidad internacional". "Para impedir la instalación de un santuario terrorista", clamó Hollande, que se comprometió a esclarecer las circunstancias en las que se produjeron los asesinatos que enlutaron a Toulouse y Montauban. "Estas ciudades serán el símbolo de una tragedia pero también el símbolo de un Francia en pie, a la que nada puede rebajar, disminuir ni reducir"sentenció el presidente galo.
Sin embargo, un año después siguen siendo muchas las sombras que rodean al caso. Y cuestiones como las posibles complicidades de las que pudo gozar Mérah – al que los servicios de inteligencia tenían fichado - o si la tragedia hubiera podido ser evitada, continúan sin despejar. "Se le debe una respuesta a las familias y Francia entera. Y se la daremos. Yo soy el garante"declaró Hollande.
Mohamed Mérah fue abatido por la policía de élite gala el 22 de marzo de 2012 tras un asedio a su domicilio, en el que el terrorista, que reivindicó su pertenencia a Al Qaeda, se atrincheró durante 48 horas. Su hermano mayor, Abdelkader, relacionado también con círculos salafistas, fue detenido días después como cómplice, sospechoso de haber participado en el robo de la moto que el yihadista utilizó en sus crímenes.
Las investigaciones han revelado además errores en la actuación de los distintos servicios policiales, que en su momento fueron ampliamente cuestionados. Así lo recordó a principios de mes el ministro francés del Interior, el socialista Manuel Valls, apuntando a la gestión del anterior Gobierno conservador.
Además, un informe de la Inspección interna de la policía gala evidenciaba el pasado octubre "deficiencias objetivas"por parte de la Dirección Central de Información Interior (DCRI), el espionaje galo, a la hora de evaluar la peligrosidad de Mérah.
François Hollande aseguró ayer que se han realizado "correcciones"en el funcionamiento de dichos servicios y aprovechó para recordar el desmantelamiento de varias células terroristas en Francia estas últimas semanas.
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