El impresionante "paseo de elefantes" del avión militar estratégico más grande del mundo

La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha llevado a cabo esta semana uno de los mayores despegues de bombarderos B-2 Spirit en la historia reciente al desplegar 12 aviones -la mayoría de los bombarderos furtivos- desde la Base de la Fuerza Aérea Whiteman, en Missouri. Este ejercicio militar mediante el cual se colocan en fila los aparatos en una pista de despegue recibe el nombre de "Elephant Walk" o paseo de elefantes.

El B-2 es el avión estratégico más grande del mundo. En el pasado ha sido desplegado en Europa para misiones relacionadas con la OTAN y ha volado sobre el Mar del Norte junto con los cazas de la Royal Air Force del Reino Unido. Este imponente aparato entró en servicio a principios de la década de 1990 como el primer bombardero furtivo de la Fuerza Aérea, y se fabricaron entonces dos docenas.

"Las demostraciones de poder pueden servir como recordatorio a los adversarios potenciales del poder abrumador aéreo que el B-2 puede ejercer", dijo a Air and Space un portavoz de la 509th Bomb Wing, que opera la flota de combate B-2 de la Fuerza Aérea.

El "Elephant Walk" es un término de la Fuerza Aérea para describir el rodaje de aviones militares justo antes del despegue, cuando se colocan en formación cercana. A menudo, se lleva a cabo justo antes de un despegue de intervalo mínimo y su acepción más cercana seria despliegue táctico. Este ejercicio se remontan a la Segunda Guerra Mundial, cuando los aviones se reunían en una sola fila.

"Los ejercicios son fundamentales para nuestra preparación y una herramienta poderosa para demostrar al mundo que el B-2 es un elemento de disuasión estratégico creíble y confiable", dijo en un comunicado el coronel Keith Butler de la USAF.

"El B-2, como el avión más estratégico del mundo, tiene un efecto enorme entre la competencia con las grandes potencias", dijo Steeves en el comunicado. "El B-2 es el único avión del planeta que combina sigilo, carga útil y ataque de largo alcance".

Según la Fuerza Aérea, el B-2 -fabricado por Northrop Grumman- "ofrece una potencia de fuego masiva para atacar, en poco tiempo, en cualquier parte del mundo a través de defensas que antes eran impenetrables". Sus capacidades de sigilo le permiten hacer lo que otros aviones, como los bombarderos B-52 y B-1, no pueden.