Crisis en Francia
Indignación en Francia tras la renuncia de un alcalde hostigado por la ultraderecha
Yannick Morez denunció “la falta de apoyo del Estado” tras haber sufrido un incendio provocado en su residencia
Yannick Morez, el ya exalcalde de Saint-Brevin-les-Pins, un municipio francés situado en la desembocadura del río Loira y próximo a Nantes, presentó el miércoles su dimisión después de haber sido durante meses el blanco habitual de los ataques de la extrema derecha por sus planes para trasladar los actuales alojamientos para solicitantes de asilo que se encuentran en su municipio hasta las inmediaciones de una escuela primaria.
Su renuncia resonó en la política nacional en un contexto marcado por los crecientes apoyos a la ultraderecha y la incapacidad de los partidos tradicionales a la hora de canalizar el sentimiento antimigratorio. En su carta de dimisión, Morez alegó “motivos personales”, pero denunció “la falta de apoyo del Estado” en las últimas semanas, en las que ha sufrido amenazas de muerte y un incendio provocado en su domicilio, que está siendo investigado.
El presidente Emmanuel Macron calificó en Twitter de “indignantes” los ataques contra Morez y expresó su “solidaridad” con el exalcalde y su familia. “Lo que ha sucedido es muy chocante y quiero asegurar al alcalde todo mi apoyo”, declaró por su parte la discutida primera ministra, Élisabeth Borne, quien aseguró que una de sus intenciones para la presente legislatura era “proteger mejor a los alcaldes”.
Las protestas en Saint-Brevin-les-Pins han sido una constante en los últimos meses contra Morez. Esta localidad de unos 15.000 habitantes es conocida por acoger a migrantes desde que fuera desmantelado hace unos años el denominado campamento de la Jungla, cerca de Calais, en la costa norte de Francia. En este periodo, “nunca había habido el más mínimo problema” con los solicitantes de asilo, aseguró en marzo el entonces alcalde del municipio.
Sin embargo, los partidos del espectro de la ultraderecha han venido movilizado a sus votantes con el objetivo de revertir a la fuerza los planes de Morez para reubicar sus residencias. La presión en las calles estuvo encabezada por la formación del polemista de extrema derecha Eric Zemmour, Reconquete, defensor de la teoría de la conspiración del Gran Reemplazo, por la cual la población blanca estaría siendo sustituida de forma deliberada por población árabe y africana.
El jefe del Partido Socialista, Olivier Faure, tachó de “vergonzoso” que el Estado “no haya comprendido la magnitud de lo que le estaba ocurriendo y no le haya respaldado. Es vergonzoso seguir normalizando la extrema derecha”. En este sentido, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, respondió esta semana a las acusaciones con el anuncio de que a partir de ahora prohibirán todas las manifestaciones de extrema derecha.
Los diputados del ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN), la formación de Marine Le Pen, no se unieron a otros legisladores para presentar sus respetos a Morez tras su dimisión, a pesar de que la propia Le Pen consideró “inadmisibles” las “agresiones e intimidaciones” contra representantes públicos. Las últimas encuestas sugieren que tumbaría a Macron en caso de que se repitiera hoy la segunda vuelta de las elecciones del año pasado.
Mientras, el Elíseo está inmerso en una competición con la derecha tradicional de Los Republicanos para presentar nuevos proyectos de ley de inmigración en la Asamblea Nacional, en la que ningún partido tiene mayoría.
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