Política

Unión Europea

¿Inestabilidad crónica?

La Razón
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l ¿Está condenada Italia a vivir siempre en la inestabilidad política?

–Parece que sí. Habrá que ver cómo reaccionan a la inestabilidad los mercados y los inversores, quienes no se fían de una política cambiante e irresponsable. Es increíble que Silvio Berlusconi haya dejado caer al Gobierno, es algo gravísimo después de todos los sacrificios que los ciudadanos han realizado. Berlusconi ha intentado recoger el descontento de parte de la población con Monti por verse obligada a pagar más impuestos sin ver una mejora de la economía. También ha tratado de ganar tiempo para que Montezemolo, Riccardi y otros no organicen al electorado católico. No obstante, no sé hasta qué punto los electores van a volver a confiar en Berlusconi. ¿Qué ha hecho Berlusconi de liberal? Nada.

l ¿Acabará Monti presentándose como candidato a las elecciones?

–Podría ser, pero creo que sería más oportuno que no repitiese como primer ministro y fuese el próximo presidente de la República. Sería una garantía para Europa. Sería mejor que hubiese un político como jefe de Gobierno, que estaría apoyado por una alianza del centro izquierda. Deben, eso sí, tener un programa preciso para evitar luego problemas, de manera que estén de acuerdo en temas como la educación, el trabajo, los incentivos a las empresas o la política exterior.

l ¿Es Berlusconi un zombi político?

–Sí, no se resigna a dejar el poder. Si hubiera cedido el liderazgo del centro derecha a Angelino Alfano, éste podría haberse rodeado de personas jóvenes y competentes, renovando así el partido y ofreciendo un centro derecha decente. En este país ha habido líderes e intelectuales liberales muy significativos, como Luigi Einaudi o Alcide De Gasperi, quienes reconstruyeron el país tras la guerra. En las últimas décadas, Berlusconi no ha permitido que haya una derecha normal y moderna, la que tenemos ahora es indecente. Pese a todo soy optimista, este país puede pasar este difícil período si supera la destrucción espiritual y el espíritu pesimista imperante hoy.