Yihadismo

Un informe asegura que Rusia refuerza sus lazos con el "Eje de la Resistencia", formado por grupos terroristas

Hezbula y Hamas forman parte de este conglomerado de bandas criminales

El presidente de Rusia, Vladimir Putin
El presidente de Rusia, Vladimir PutinEuropa Press/Contacto/Mikhail Klimentyev/Kremlin PEuropa Press/Contacto/Mikhail Kl

Rusia, de la mano de Vladimir Putin, otrora jefe de los servicios secretos de su país, desarrolla una estrategia de apertura de frentes, no sólo el de la guerra de Ucrania, sino en África, con la creciente presencia del grupo Wagner en el Sahel y ahora, según un informe que se ha dado a conocer, con el llamado “Eje de la Resistencia”, formado por varios grupos terroristas, como Hamas; Hezbolá, milicias iraquíes, incluido el Movimiento Al-Nujaba. y Asa'ib Ahl Al-Haqq (AAH) y otros grupos, entre ellos los hutíes de Yemen.

“En el Medio Oriente, Rusia ha cultivado durante mucho tiempo lazos con los patrocinadores estatales designados por Estados Unidos como terroristas”, subraya el informe publicado por Memri.

“Desde la invasión de Ucrania, Rusia se ha basado en estos lazos de larga data para expandir las relaciones diplomáticas, militares y económicas con dichos grupos. Estos esfuerzos rusos apuntan al surgimiento de una incipiente alianza entre Rusia y el Eje de la Resistencia. De hecho, los medios de comunicación social respaldados por Irán han anunciado al presidente ruso Putin en videos promocionales como el "Hombre del Eje (de la Resistencia)", agrega.

El informe documenta los contactos de Rusia durante la guerra con dichos grupos terroristas. También se proporciona una revisión de las relaciones históricas de Rusia con representantes iraníes.

Algunas claves del informe:

-- Rusia ha cortejado abierta y regularmente a terroristas y facilitadores terroristas designados por Estados Unidos durante su invasión de Ucrania, de acuerdo con la política de larga data de Moscú de compromiso con los representantes iraníes en el Medio Oriente. Tal participación socava los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos.

--El Viceministro de Relaciones Exteriores y Representante Especial de Rusia para Medio Oriente y África, Mikhail Bogdanov, es el eje de las relaciones entre Rusia y el Eje de la Resistencia; El diplomático de carrera de alto nivel ha manejado durante mucho tiempo el compromiso de Rusia con los grupos terroristas respaldados por Irán, reuniéndose regularmente con sus líderes, tanto en Rusia como en el Medio Oriente.

-- Los contactos de Moscú durante la guerra con Hassan Moukalled, un financista libanés de Hezbolá, sugieren que Rusia y Hezbolá están coordinando la evasión de sanciones, el lavado de dinero y posiblemente la transferencia de armas.

--Rusia, a través de su embajador en Irak, Elbrus Kutrashev, ha profundizado el contacto diplomático con las milicias respaldadas por Irán en Irak, que están desempeñando un papel más importante en la política iraquí bajo el actual gobierno del primer ministro Shia Al-Sudani, respaldado por las milicias.

--Es probable que Moscú busque aprovechar las crecientes relaciones con las milicias iraquíes para aumentar las exportaciones de armas rusas a Irak en un intento por desafiar la influencia geopolítica de Estados Unidos en el país. Además, los informes de código abierto sugieren que las milicias respaldadas por Irán han facilitado las transferencias de armas para ayudar al esfuerzo bélico de Rusia.

--La muerte confirmada de un ciudadano iraquí que lucha para el Grupo Wagner ruso en Ucrania y su elogio posterior por parte de los canales de medios sociales iraquíes respaldados por Irán aumenta el riesgo de que las milicias iraquíes estén ayudando en los esfuerzos de reclutamiento de Rusia en el Medio Oriente para su guerra en Ucrania.

--En Yemen, Moscú probablemente busca aprovechar sus relaciones amistosas con los hutíes para expandir su influencia sobre el proceso de paz de Yemen. Dichos esfuerzos, que se han acelerado durante la guerra entre Rusia y Ucrania, presentan riesgos estratégicos para los intereses de EE. UU. y la seguridad regional, ya que la arraigada influencia rusa en Yemen podría posicionarlo para establecer una base futura en vías fluviales estratégicas a largo plazo.