Misterio en el Atlántico
La inquietante teoría de un experto sobre el submarino desaparecido cuando llegaba al Titanic
El mal tiempo y la posición geográfica remota donde se llevó a cabo la expedición para llegar al mítico trasatlántico, los mayores factores de riesgo según Butch Hendrick
¿Dónde se encuentra el pequeño submarino de la empresa OceanGate desaparecido el domingo en medio de una expedición a las profundidades marinas para llegar a los restos del Titanic? ¿Por qué no ha emergido a la superficie si lleva incorporado un sistema que le hace salir a flote cuando se presenta un problema técnico? ¿Siguen con vida los cinco pasajeros que iban a bordo? Las incógnitas en torno a la misteriosa desaparición del sumergible a 1.500 kilómetros de las costas estadounidenses, en el Atlántico norte, ha movilizado a la Guardia Costera de Estados Unidos y numerosos expertos tratan de arrojar algo de luz a un episodio dramático.
Uno de ellos, Butch Hendrick, presidente de Lifeguard Systems, contempla como posibilidad que la nave se haya "quedado en algún lugar enganchada a una red de pesca entre los escombros y no pueda salir por sí sola". Hendrick, en declaraciones a FoxNews, indicó que un sumergible de este tipo se mueve a través de múltiples hélices: "Si alguno de los motores o las pequeñas unidades de hélice que incorpora se engancharon o succionaron algo y se enredaron, ello podría provocar que ahora esté atrapado y que no pueda liberarse por sí mismo".
Según Hendrick, el submarino, que solo tiene reservas de oxígeno para un máximo de 96 horas, podría haber entrado involuntariamente en el interior del Titanic sin ningún tipo de apoyo. ¿Cómo? El experto baraja la posibilidad de que "el mal tiempo" y los cambios de velocidad de las corrientes marinas hayan podido empujar la nave hacia el interior del Titanic impidiendo que salga por sí sola.
Precisamente, Paul Henri Nargeolet, uno de los cinco pasajeros que iban a bordo del submarino y gran experto en el hundimiento del trasatlántico, dijo en una entrevista en 2019 que el área con los restos del Titanic se extiende alrededor de 5,2 kilómetros cuadrados, y es ahí donde podría haber quedada enganchada la nave.
Los restos del Titanic se encuentran a unos 3.800 metros de profundidad en una zona considerada "peligrosa" para la práctica del buceo, según ha dicho Frank Owen, oficial de la Marina Real Australiana y director del proyecto de rescate.
La visión de Hendrick no deja de ser una mera elucubración que difiere de otras posibles explicaciones ofrecidas por diversos expertos, que señalan una falla de energía o un problema con el sistema de comunicaciones del submarino.
La expedición salió el pasado domingo pasado de Saint John, en Terranova, y era el tercer viaje anual de la empresa OceanGate para documentar el deterioro del icónico transatlántico que chocó contra un iceberg y se hundió en 1912, en un trágico episodio en el que murieron casi 1.500 personas de los 2200 pasajeros y tripulantes que iban a bordo. Desde el descubrimiento de los restos en 1985, el barco ha sucumbido lentamente a las bacterias que se comen los metales. Algunos especialistas han estimado que los restos podrían desaparecer en cuestión de décadas a medida que se abren agujeros en el casco y las secciones se desintegran.
Qué pasa con las labores de búsqueda
Las dificultades para localizar el submarino se acrecientan a medida que pasan las horas. Son varios motivos. En primer lugar por la lejanía del incidente, una zona remota a más de 1.500 kilómetros de la costa, pero también por las condiciones meteorológicas y una profundidad del lecho marino a casi cuatro kilómetros de la superficie. Este martes, aviones C-130 de Canadá y EEUU y dos aviones P-8 que usan sónar para encontrar submarinos han reanudado las labores de búsqueda junto a varios barcos comerciales.
Quiénes son los pasajeros
Aunque las autoridades no han revelado las identidades de los cinco pasajeros más allá del millonario Hamish Harding, en las últimas horas ha trascendido los nombres de todos. Uno de ellos es el ya citado Paul Henry Nargeolet, ex oficial de la Armada francesa y apasionado del Titanic. También iban a bordo Stockton Rush, consejero delegado de la compañía OceanGate Expeditions, y responsable del viaje, junto al empresario paquistaní Shahzada Dawood, de 48 años, y su hijo Suleman, miembros de una de las familias más ricas de Pakistán.
El pasado sábado, Harding publicó en su cuenta de Facebook: “Estoy orgulloso de anunciar finalmente que me he unido a OceanGate Expeditions para su misión al RMS Titanic como especialista de misión en el sumergible que desciende al Titanic”.
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