Un instructor de taekwondo, acusado de triple asesinato tras matar a su alumno de siete años y a sus padres

La policía informaba este miércoles que un instructor de taekwondo había acabado con la vida de un estudiante de 7 años en su academia, así como con sus padres, antes de dirigirse a un hospital de Sydney con heridas de arma blanca y cortes en su cuerpo.

El sospechoso, Kwang Kyung Yoo, también conocido como Master Lion entre sus alumnos, enfrentará tres cargos de asesinato en la Academia Lion's Taekwondo y Artes Marciales, según declaraciones de la policía.

Según fuentes policiales, el instructor, herido de gravedad, buscó ayuda en un hospital de Sydney el lunes por la noche, alegando haber sido atacado en el estacionamiento de un supermercado. Las autoridades, tras investigar el incidente, descubrieron los cuerpos de las víctimas el martes y procedieron a arrestar a Yoo en el hospital.

La policía alega que los crímenes ocurrieron dentro de la academia, donde Yoo supuestamente acabó con la vida de Min Cho y su hijo después de una clase el mismo lunes. Posteriormente, se dirigió a la casa de la familia Cho, donde también se encontraba el marido y padre, Steven Cho, para cometer el tercer homicidio. Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente los nombres de las víctimas, estos han sido revelados por diferentes medios.

Las investigaciones sugieren que tanto la madre como el hijo fueron estrangulados, mientras que el padre fue apuñalado. Yoo, por su parte, sufrió algunas “heridas de arma blanca o cortantes” en el pecho, el estómago y los brazos, por las que fue intervenido en el hospital, y que aún se están investigando.

El superintendente detective de Homicidios, Daniel Doherty, ha asegurado que no había evidencias previas sobre los hechos, calificándolos como un acto espontáneo: “No sólo es trágico dadas las circunstancias, sino que las consecuencias fueron catastróficas. Acabamos de perder a tres personas de una familia a quienes les han quitado la vida”.

En el estado de Nueva Gales del Sur, la pena máxima por asesinato es cadena perpetua, con períodos específicos sin posibilidad de libertad condicional.