Sucesos

Investigan si un alemán muerto en 2014 era un asesino en serie

La familia descubrió una cabeza y otros restos humanos en bolsas del plástico en el garaje del fallecido

Retratos del presunto asesino en serie, un jubilado, fallecido en 2014, como presunto asesino de al menos cinco prostitutas y un niño, cuyos crímenes han salido a relucir tras hallar sus familiares restos humanos escondidos en un garaje, durante una rueda de prensa celebrada en Wiesbaden, Alemania hoy 19 de mayo de 2016. EFE/Frank Rumpenhorst
Retratos del presunto asesino en serie, un jubilado, fallecido en 2014, como presunto asesino de al menos cinco prostitutas y un niño, cuyos crímenes han salido a relucir tras hallar sus familiares restos humanos escondidos en un garaje, durante una rueda de prensa celebrada en Wiesbaden, Alemania hoy 19 de mayo de 2016. EFE/Frank Rumpenhorstlarazon

La policía alemana investiga el caso de un jubilado, fallecido en 2014, como presunto caníbal y asesino de al menos cinco prostitutas y un niño, cuyos crímenes han salido a relucir tras hallar sus familiares restos humanos escondidos en un garaje.

La policía alemana investiga el caso de un jubilado, fallecido en 2014, como presunto caníbal y asesino de al menos cinco prostitutas y un niño, cuyos crímenes han salido a relucir tras hallar sus familiares restos humanos escondidos en un garaje.

Fuentes del Departamento de Investigaciones de lo Criminal (LKA) de la Policía de Hesse (oeste) informaron hoy de que se está siguiendo la pista de otros asesinatos o desapariciones no aclarados por si existe una relación con Mandred S., el jubilado de 67 años sospechoso de los otros seis casos.

Las sospechas sobre éste se conocieron ayer, tras informar la policía del hallazgo de restos en un garaje de una mujer, muerta en 2014, y de la posible relación entre el jubilado y los asesinatos de un niño de 13 años y de cuatro prostitutas, desaparecidas entre 1971 y 1993.

Las investigaciones sobre el presunto asesino en serie se iniciaron en diciembre, tras hallarse la cabeza y otros restos humanos empaquetados en bolsas de plástico en el garaje que había pertenecido al jubilado.

Poco después se reveló que los restos, hallados por sus familiares, correspondían a una prostituta de Fráncfort a la que se daba por desaparecida.

Empezaron entonces a cruzarse datos en busca de pistas que le relacionaran con otros cuatro casos similares de mujeres muertas registrados en esa región y hasta entonces no aclarados.

A las muertes de estas víctimas femeninas se sumaron las sospechas del pequeño Tristán, muerto en 1998 y cuyo presunto asesino tampoco logró identificarse nunca.

Frank Herrmann, miembro del equipo de investigadores, ha asegurado que los cinco casos tenían una característica común: la extracción de órganos y la extirpación de algunas partes del cuerpo", lo que les ha llevado a suponer que el asesino podría haberse comido algunas partes de sus víctimas.

Efe