Libertad de prensa
Irán libera a las dos periodistas que desvelaron la muerte de Mahsa Amini
Elahe Mohamadi y Niloofar Hamedi arrojaron luz sobre el caso de la joven kurda que desató la mayor oleada de movilizaciones contra el régimen de los ayatolás
Irán liberó en la mañana del domingo a Niloofar Hamedi y Elahe Mohamadi, dos periodistas encarceladas desde septiembre de 2022 por informar sobre la muerte en extrañas circunstancias de la joven kurda Mahsa Amini, el incidente que desató la mayor oleada de movilizaciones contra el régimen de los ayatolás desde el triunfo de la Revolución islámica de 1979. Según el diario reformista Shargh y uno de sus abogados, ambas fueron «liberadas temporalmente bajo fianza». Pero tienen prohibido abandonar el país. Habrá juicio de apelación, según la agencia estatal Fars.
Difundieron en redes sociales varias imágenes en las que aparecían visiblemente aliviadas fuera de prisión, donde fueron recibidas por familiares, amigos y compañeros de profesión después de 400 días entre rejas. El secretario general de Reporteros sin Fronteras (RSF), Christophe Deloire, ha aplaudido la liberación de las periodistas. «Un hermoso domingo. Esta mañana en Teherán, Elahe Mohamadi y Niloofar Hamedi han sido puestas en libertad bajo fianza. Saboreamos esta feliz noticia y seguiremos luchando por la veintena de periodistas que siguen detenidos en Irán», escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
Hamedi, de 31 años, y Mohamadi, de 36, cumplían condena en la prisión de Evin, conocida por retener en duras condiciones a opositores de la República Islámica y defensores de los derechos humanos, como la reciente Premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi.
Las periodistas habían sido condenadas en octubre a seis y siete años de prisión, respectivamente, por «cooperar con el hostil Gobierno de Estados Unidos» y, después, a varios años más por «conspirar para delinquir contra la seguridad del Estado y por propagar actividades contra la República Islámica de Irán», recoge el dictamen del Tribunal Revolucionario de Teherán.
Poco después de su detención inicial, la Guardia Revolucionaria islámica y el Ministerio de Inteligencia emitieron un comunicado conjunto acusando a las informadoras de ser agentes de países enemigos entrenadas para publicar informes incendiarios sobre la muerte de Amini con el objetivo de impulsar las movilizaciones.
Hamedi y Mohamadi se habían dedicado a informar del caso de la mujer kurda de 22 años que murió bajo custodia policial en septiembre de 2022, sin explicaciones convincentes por parte del régimen. Amini había sido detenida por la Policía de la Moral, acusada de violar el severo código de vestimenta de la República Islámica, que obliga a las mujeres a llevar velo en público.
Niloufar Hamedi fue la primera en dar con el caso. Encontró a los familiares de Amini en el hospital Kasra de Teherán, y su información dio a conocer el incidente en todo el país. Las fuertes protestas contra la teocracia iraní no tardaron en estallar. Una semana después del inicio de las movilizaciones, las autoridades detuvieron a Elaheh Mohammadi, quien había viajado a la ciudad natal de la joven kurda, Saghez, para cubrir su funeral.
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