Política

Guerra en Siria

Irán mueve ficha para influir en la cumbre suiza

La Razón
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Rusia, principal aliado de Damasco, ha sabido jugar sus cartas y, como dicen, tiene la sartén por el mango junto al aliado regional, la República Islámica de Irán. La llave para una solución que ponga fin a la locura de la guerra en Siria la tienen Teherán y Moscú. Y esto se escenificó el jueves con la visita del ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, a Moscú para reunirse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.

En este contexto, el jefe de la diplomacia rusa reiteró que Irán debe participar en Ginebra II, ya que se trata de un país que tiene influencia en los procesos que tienen lugar en el país árabe. «Partimos de la base de que los iraníes deben ser y serán sin falta parte de los esfuerzos conjuntos en el arreglo del problema sirio», dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con Zarif, al término de sus conversaciones bilaterales. El jefe de la diplomacia rusa insistió en que las posturas de Rusia e Irán «frente a la crisis siria coinciden en muchos aspectos, ante todo en que no hay alternativa a su arreglo pacífico».

Parece que únicamente Turquía, Qatar o Arabia Saudí, principales aliados de los rebeldes sirios, están en contra de la participación de una delegación iraní en la conferencia de paz sobre Siria, prevista para el miércoles en la ciudad suiza de Montreux.

En el último momento, Estados Unidos también se ha mostrado a favor de la participación del Gobierno de Teherán, siempre y cuando Irán reconozca que el objetivo de la conferencia es el marcado en la reunión de Ginebra de junio de 2012, que pasa por la formación de un Gobierno provisional con poderes ejecutivos para gestionar la futura transición en Siria.