Oriente Próximo

Los iraníes tras el ataque sobre Isfahán: «Tenemos mucho miedo»

Al margen del temor a un nuevo ataque israelí, la gran preocupación es la subida de precios de petróleo y alimentos

Tehran (Iran(islamic Republic Of)), 19/04/2024.- Iranians shout slogans and wave Iranian flags during an anti-Israel rally in Tehran, Iran, 19 April 2024. Iranian state media reported that three aerial objects were destroyed by air defense systems over the central city of Isfahan early morning on 19 April. The explosions come after a drone and missile attack carried by Iran's Islamic Revolutionary Guards Corps (IRGC) towards Israel on 13 April, following an airstrike on the Iranian embassy in...
Anti-Israel rally in Tehran following explosions around central city of IsfahanABEDIN TAHERKENAREHAgencia EFE

A pesar de los esfuerzos de la propaganda del régimen de minimizar el alcance del ataque israelí en la madrugada del viernes contra una base militar en la provincia de Isfahán –en el centro de Irán– y hasta de hacer mofa de las capacidades de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la preocupación es elevada en la población iraní. Nadie descarta otro golpe israelí en suelo iraní en las próximas horas, como, de ocurrir, tampoco puede excluirse la posibilidad de una acción de respuesta de las fuerzas armadas de la República Islámica. «Tenemos mucho miedo. Nos despertó a todos un ruido muy fuerte, los proyectiles han caído no muy lejos de donde vivimos», reconoce a LA RAZÓN el ingeniero mecánico Ahmad Hosseini desde la ciudad de Isfahán.

«Estoy muy preocupado por el futuro de mis hijos. Entre hoy y mañana vamos a comprar gasolina y dólares. Y sobre todo arroz, mucho arroz, porque sabemos que con lo que está pasando, las sanciones y el mal gobierno que tenemos, porque han demostrado que no tienen el nivel para gestionar la economía de un país como Irán, los precios de los productos esenciales van a subir en los próximos días», explica Hosseini a este periódico.

Aunque la procesión va por dentro y la preocupación en las familias de Isfahán es grande ante lo que pueda ocurrir en las próximas horas, la jornada del viernes transcurrió en las calles de la ciudad con una sensación de normalidad. Las redes sociales mostraban ayer imágenes del centro de Isfahán convertida en escenario de una multitudinaria concentración que coreaba himnos patrióticos y cánticos contra Israel y a favor del Estado palestino. De la misma manera la agencia oficial IRNA exhibía imágenes de una gran manifestación a favor de la operación Promesa Verdadera en Teherán y contraria al «régimen sionista».

«El sonido [por la explosión] está relacionado con los disparos de los sistemas de defensa de Isfahán», dijo el comandante de Ejército iraní en la provincia de Isfahán, Siavosh Mihan-Dust, después de que la televisión estatal iraní informase de que se habían escuchado «fuertes explosiones» en esa provincia. El régimen difundía además durante toda la jornada en sus medios y agencias informativas imágenes de los aeropuertos del país funcionando con aparente normalidad. Con todo y aunque no se ha producido un despliegue militar en las calles aún, relatan a este periódico vecinos de la ciudad, la seguridad es máxima.

Desde España atiende a LA RAZÓN otro vecino de la ciudad de Isfahán, Ehsan Rahimi, quien dejó su país para cursar sus estudios de doctorado en Historia en la Universidad de Alicante y trabajar como traductor e intérprete de farsi, la principal lengua de Irán. Sobre la relevancia del ataque israelí de este viernes, el joven explica que «la importancia de esta base, la de Shekari, son los aviones de ataque Sukhoi Su-24 de fabricación rusa en posesión del Ejército de Irán. Las instalaciones adquieren mayor importancia porque forman parte de las instalaciones nucleares de Irán en Isfahán. Israel tenía la intención de neutralizar la defensa aérea iraní».

Sobre el sentir profundo de la población en estos momentos, Rahimi reconoce que «hay opiniones divididas en el país: por una parte, el régimen y sus seguidores, y por otra, un sector de la población que desea la caída del régimen de los ayatolás y que sabe que habrá que ayudar desde fuera a que ello ocurra, pero a la que tampoco le gusta que ataquen militarmente su país».

«En situaciones como esta prima el fuerte patriotismo del pueblo iraní, el orgullo de ser persa, y si el país es atacado, la gente se pondrá de lado de su país, y eso las autoridades lo saben», explica a La RAZÓN el joven iraní, que se estableció en España hace cinco años y no tiene intención de regresar a su país. Muchas personas de su edad son hoy reclutas forzosos del Ejército en zonas peligrosas, como la frontera con Pakistán.

En las últimas horas el tráfico en redes sociales daba cuenta de otra preocupación de la población en un momento de efervescencia patriótica y ambiente militarista: la represión contra ciertos sectores de la sociedad, a la cabeza de ellas las mujeres. En las últimas jornadas las autoridades del régimen de los mulás han puesto en marcha la operación Luz a fin de evitar que las mujeres no se relajen en el uso correcto –a ojos de la teocracia islámica– del velo islámico o hiyab. Ya se han registrado detenciones por parte de la conocida como Policía de la Moral en las calles de las ciudades iraníes. Muchas mujeres desafiaron al régimen dejando de usar el velo a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini a manos de la Policía de la Moral en septiembre de 2022, un hecho que desató las mayores protestas contra la República Islámica de los últimos años.