Conflicto Israel-Palestina
Israel abre la puerta a deponer a Hamas de Gaza
El Ejército hebreo lanza un ataque selectivo contra el jefe de la rama militar
Nadie logra confirmar categóricamente si Mohamed Def, jefe del brazo armado de Hamas, Izz al Din al Qassam, fue eliminado durante la noche del martes en un bombardeo israelí en el barrio Shej Radwan en la ciudad de Gaza, pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aunque esquivando una respuesta tajante al respecto, aclaró que: «Todos los jefes terroristas son blancos legítimos, ninguno es inmune». Hamas recalca que Def está vivo y que «será él quien decida cuándo puede la población del sur de Israel volver a sus casas», en evidente referencia a los continuos disparos de cohetes hacia territorio israelí, por el cual numerosas familias, más que nada con hijos pequeños, se trasladaron al norte, para alejarse del peligro. Sin embargo, en algunas apariciones ante las cámaras, tanto el portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri, como otros miembros de la organización, parecieron titubear y dar por muerto a Def. Abu Zuhri habló de él como «shahid» (mártir), aunque se corrigió de inmediato y dijo «qaed», que significa «comandante». Lo que sí está confirmado es que en el ataque murieron la esposa y el hijo de Def, que fueron enterrados ayer en Gaza, en presencia de miles de personas. En su primera alocución ante la ciudadanía israelí desde el desmoronamiento el lunes por la tarde de la tregua con Hamas, Netanyahu dejó abierta la puerta incluso a la posibilidad de que en una próxima etapa de la guerra, el objetivo sea derribar al régimen de Hamas en Gaza. «No he renunciado a esa posibilidad. Hay momentos para cada cosa», comentó.
Sobre el terreno, tanto del lado israelí como del palestino en Gaza, la sensación clara, es de guerra, como si no hubiera habido hace poco un alto el fuego que parecía podría conducir a un arreglo permanente y la recuperación del silencio. Desde la caída de la tregua el martes a las 15:30, cuando Hamas disparó tres cohetes hacia las ciudades de Beer Sheba y Netivot, el número de cohetes lanzados hacia territorio israelí ya superó los 200, incluyendo varios a Tel Aviv y uno a Jerusalén, la capital. Israel, por su parte, atacó por lo menos 100 blancos de Hamas tanto en la parte norte como en el sur y centro de Gaza. Fuentes palestinas dijeron ayer que por lo menos 20 palestinos habían muerto y más de 100 habían resultado heridos en estos ataques.
Egipto lanzó un nuevo llamamiento a retornar a la mesa de negociaciones en El Cairo a fin de reanudar los intentos de lograr un acuerdo diplomático que permita poner fin a las hostilidades. Pero Israel sostiene que no negociará bajo fuego, y del lado palestino, Abu Obaida, portavoz de Izz alDin al Qassam, declara que «no hay que volver a El Cairo». Fuentes árabes citadas por el periódico «Al Hayyat», sostienen que detrás del desmoronamiento de la tregua está Qatar, que habría amenazado con expulsar al jefe de Hamas Jaled Mashal de su territorio, si Hamas aceptaba la fórmula egipcia de alto el fuego. «Hamas cree que nos agotará, pero está equivocado», dijo ayer Netanyahu. «La política es clara: si nos disparan, serán golpeados, en forma multiplicada». Ayer se volvieron a movilizar soldados que recientemente habían sido llamados de urgencia por la guerra en Gaza y que ya estaban liberados. La gran pregunta de fondo es si volverá a haber una incursión por tierra en la Franja. Parecería que Netanyahu no tiene prisa al respecto, aunque el tono de sus advertencias ayer, daba a entender que todas las opciones están sobre la mesa.
«Estamos listos para una lucha prolongada», aclaró el ministro de Defensa, Moshe Yaalon.
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