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Israel e Irán abren un frente bélico directo en territorio sirio

Al menos 23 muertos en la mayor operación de castigo ordenada por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, contra tropas iraníes en el país vecino. Teherán se reserva de momento la respuesta.

Vista de misiles de defensa aérea sirios hoy, sobre Damasco (Siria) / Efe
Vista de misiles de defensa aérea sirios hoy, sobre Damasco (Siria) / Efelarazon

Al menos 23 muertos en la mayor operación de castigo ordenada por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, contra tropas iraníes en el país vecino. Teherán se reserva de momento la respuesta.

La madrugada de ayer quedará registrada en la historia como el momento del primer enfrentamiento bélico directo entre Israel y la República Islámica de Irán. El frente de batalla no fue otro que Siria, donde Irán ha instalado una infraestructura militar con la que pretende –según fuentes políticas y de seguridad israelíes– atacar a Israel. Tras el lanzamiento de una veintena de cohetes desde el sur de Damasco, que no causaron daños, el Ejército israelí respondió con el bombardeo de más de setenta objetivos, en la operación de mayor envergadura en la zona desde los años 70. «Haremos todo lo necesario para expulsar a los iraníes de Siria», explicó ayer el ministro de Finanzas israelí, Moshe Kajlon, mientras el subcomandante Hosein Salami, del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución de Irán, negó que su país estuviera detrás del ataque de la noche anterior en el que 20 cohetes Grad y Fajr 5 fueron lanzados desde territorio sirio hacia los Altos de Golán, controlado por Israel.

Según el Gobierno israelí, las provocaciones vinieron de posiciones de la fuerza Al Quds de los Guardias de la Revolución de Irán en territorio sirio. Cuatro de los misiles iraníes fueron interceptados a tiempo por las baterías de la «Cúpula de Hierro» que habían sido instaladas con antelación en la zona, dado que información de Inteligencia indicaba que Irán se preparaba para lanzar dicho ataque. Los otros 16 misiles cayeron del lado sirio de la frontera.

El ataque iraní hacia el Golán no sorprendió a nadie en Israel. Hace tiempo que Irán se preparaba para una «venganza» contra Israel, por el ataque de semanas atrás a instalaciones de armas iraníes cerca de Homs, el aeropuerto conocido como T4, en el que murieron varios oficiales de los Guardianes de la Revolución. Dicho ataque fue precedido, en febrero, por un primer desafío directo de Irán a Israel –que se consideró un cambio en las reglas del juego– al lanzar desde Siria un dron armado con explosivos, que fue interceptado y derribado por el Ejército hebreo.

Lo que seguramente sí habrá causado una gran sorpresa tanto en Irán como en Siria fue la magnitud de la respuesta israelí. «Fue el mayor operativo de la Fuerza Aérea en los últimos 20 años», aseguró el brigadier general Ronen Manelis, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel. «A Irán le llevará mucho tiempo reconstruir todo lo que perdió». Manelis agregó que «la fuerza Al Quds comete un error al elegir chocar con Israel en Siria, no permitiremos que afiancen su presencia en territorio sirio como amenaza contra Israel».

Cabe recordar que esto ocurre a sólo poco más de un día después del anuncio del presidente Donald Trump sobre su retirada del acuerdo nuclear con Irán. Expertos y altos oficiales israelíes, así como también el primer ministro Benjamin Netanyahu, consideran que los dos frentes, el acuerdo nuclear y la instalación iraní en Siria, están relacionados. «El acuerdo nuclear dio a Irán una apariencia de legitimidad en la arena internacional y la utilizó para hacer lo que quiere en otros puntos, tanto desarrollando misiles balísticos como instalándose militarmente en Siria y desestabilizando otros puntos de la región, como Yemen e Irak», dijo a LARAZÓN el profesor Uzi Rabi, experto en el mundo árabe y el islam en la Universidad de Tel Aviv.

Netanyahu subrayó ayer que Irán «cruzó una ‘‘línea roja’’» y que el Ejército hebreo «respondió de forma proporcional». «Gracias al adecuado despliegue de nuestras fuerzas, tanto a nivel ofensivo como defensivo, la acción iraní fracasó», señaló antes de hacer hincapié en que «ningún proyectil impactó en territorio israelí». Así, ha dicho que su Gobierno «está en una campaña larga y que su política es clara». «Irán no tendrá permiso para establecerse militarmente en Siria», recalcó.

«Yo no recuerdo qué sucedió anoche», dijo ayer por la mañana sarcásticamente el ministro de Defensa hebreo, Avigdor Liberman. «Pero está claro que si aquí llueve, allá habrá un diluvio». El portavoz del Observatorio Sirio de Derechos Humanos declaró que en el ataque israelí murieron 23 personas, cinco de ellos del régimen sirio, sin especificar sobre el resto. Podrían ser iraníes, miembros de sus aliados de Hizbulá o de las milicias chiíes traídas de otros puntos de la región hasta Siria. Pero el Ejército sirio, en un comunicado oficial, dijo ayer que los muertos eran tres y los heridos dos.

Según el respectivo comunicado del Ejército israelí, se había advertido a las autoridades de Siria (a través de Rusia) de no intervenir, pero dado que lanzó fuego antiaéreo hacia los cazas israelíes, los F-15 y F-16 de Israel dispararon hacia los sistemas de defensa antiaéreos sirios de tipo SA5, SA2, SA22 y SA17.