Guerra en Gaza

Israel inicia una incursión terrestre en el sur de Gaza

Estados Unidos presiona para evitar bajas civiles mientras se reproducen los combates entre las fuerzas israelíes y los terroristas de Hamás tras los bombardeos en Jan Yunis

«Este es un aviso final. Todos ustedes son objetivos», comunicó el portavoz del ejército israelí en árabe, Avijai Adraee, al batallón de Hamás Shejaiya, en el barrio del mismo nombre de la Ciudad de Gaza, a través de la red social X y publicando fotos e identidades de los amenazados. «Tienen dos opciones: rendirse y deponer las armas o afrontar un destino similar al de Wisam Farhat», añadió, refiriéndose al comandante del batallón que murió el día antes en un ataque aéreo israelí. Era el preludio al anuncio, horas después, del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Herzi Halevi, del comienzo de las operaciones terrestres en el sur de Gaza, mientras continúan las operaciones terrestres en la parte norte de la Franja.

Durante el domingo hubo informaciones no confirmadas por Israel de fuerzas israelíes operando en el sur de la franja. Las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban tanques israelíes en la carretera Saladino, la principal vía norte-sur de Gaza, entre Deir al Balah y Jan Yunis. Hamás y la Yihad Islámica afirmaron en sendos comunicados haberse enfrentado con tropas israelíes al noreste de Jan Yunis. Según la agencia oficial de noticias palestina Wafa, más de 60 personas murieron en ataques israelíes contra esta ciudad.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, dijo en una entrevista en la cadena estadounidense ABC: «Por el momento, ninguna de las partes quiere volver a la mesa de negociaciones. Creo que es importante recordar cómo se vino abajo [la tregua]: Hamás no quería proporcionar una lista adicional de niños y mujeres que sabemos que retienen».

El funcionario estadounidense hizo hincapié en que su país no deja de hacer esfuerzos para que se alcancen nuevamente acuerdos sobre pausas humanitarias. Y sobre Israel dijo: «Creemos que han sido receptivos a nuestros mensajes de tratar de minimizar las bajas civiles». Señaló que incluso han publicado en línea un mapa de lugares donde los gazatíes podrían refugiarse. «No hay muchos ejércitos modernos que harían eso…».

El líder de la organización islamista Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, mandó el jueves un mensaje a Israel en el que afirmaba que tiene intención de repetir la masacre «una y otra y otra vez».

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo ayer que Israel sigue «hablando con el enemigo sobre la continuación de la liberación de rehenes; hablamos con fuego».

Asimismo, un buque de guerra estadounidense, el USS Carney, y varios barcos comerciales han sido atacados el domingo en el Mar Rojo, según informó el Pentágono. Después de ese informe, los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron haber llevado a cabo ataques contra dos barcos que describieron como vinculados a Israel, pero no reconocieron que hubieran tenido como objetivo un buque de la Armada estadounidense. Su portavoz, brigadier Yahya Saree, sí que dijo que los ataques continuarían mientras Israel siga su guerra con Hamás en la Franja de Gaza. También el Ejército británico comunicó que se había producido un presunto ataque con aviones no tripulados en el Mar Rojo, sin dar más detalles.

Los hutíes han estado atacando embarcaciones en el Mar Rojo y lanzando drones y misiles contra Israel en medio de la guerra. A principios de noviembre, los hutíes se apoderaron de un barco de transporte de vehículos vinculado a Israel en el Mar Rojo frente a Yemen. Aún lo retienen cerca de la ciudad portuaria de Hodeida, según informó el diario israelí Haaretz.

Sin embargo, el ataque directo a un buque estadounidense hace aumentar el riesgo de un conflicto marítimo más amplio.

La embarcación que fue alcanzada por un misil este domingo es propiedad de una compañía británica, que a su vez es propiedad de Danny Ungar, hijo del magnate naviero israelí Rami Ungar. Otro barco de su propiedad fue incautado hace dos semanas. Este es el cuarto ataque contra barcos propiedad de empresarios israelíes desde el comienzo del conflicto armado.

Mientras más de la mitad de los rehenes capturados por Hamás y la Yihad Islámica no han sido devueltos –se sabe que algunos murieron en cautiverio y se ha sabido que alguno al que consideraban muerto, en realidad está secuestrado– y Hamás tampoco ha sido derrotado, en Israel los familiares de los cautivos exigen al Gobierno de Netanyahu que traten de liberarlos por todos los medios. Han mostrado su malestar por la ruptura de las negociaciones.