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Guerra en Gaza

Israel bombardea Rafah horas después de que Hamás aceptara un alto el fuego

Al menos doce palestinos murieron en los primeros ataques aéreos tras ordenar el Ejército israelí a los palestinos que evacuen la ciudad

En Resumen

Israel lanzó este lunes su anunciada ofensiva en Rafah (sur de Gaza) con sus primeros bombardeos después de que Ismail Haniye, líder del politburó de Hamás, anunciara que aceptaba el alto el fuego propuesto por Egipto y Qatar sin dar más detalles.

Al menos doce palestinos murieron en estos primeros ataques aéreos después de que el Ejército israelí ordenara por la mañana la evacuación del este de Rafah tras semanas advirtiendo de que lanzará una invasión en esta ciudad donde se hacinan cientos de miles de desplazados.

«La pelota está ahora en el tejado» de Israel, declaró un responsable de Hamás bajo condición de anonimato. Sin embargo, las informaciones también apuntaron que las fuentes oficiales señalaron que «esta no es la misma propuesta» que Israel y Egipto habían acordado hace diez días y que sirvió como base para las negociaciones indirectas desde entonces. Decían que han insertado «todo tipo de cláusulas».

Estas nuevas cláusulas, entre otras cuestiones, se relacionan con temas cardinales del fin de la guerra, el cuándo y qué tipo de garantías se ofrecen a tal efecto.Otra fuente oficial israelí sin identificar declaró al ente público de radiotelevisión Kan que la oferta a la que se refiere Hamás es la egipcia, «pero suavizada». Una oferta unilateral de Egipto a Hamás que Israel no ha aprobado.

En los últimos días Hamás había estado endureciendo sus demandas, según los analistas, exigiendo que la guerra terminara durante la primera fase de 40 días del acuerdo, en lugar de en la segunda o tercera fase. Israel, por su parte, ha rechazado en repetidas ocasiones poner fin a la guerra como parte del acuerdo de liberación de los rehenes, insistiendo, en cambio, en que reanudará los combates una vez que se cumpla lo pactado, puesto que sus objetivos son devolver a los rehenes y destruir el poder militar de Hamás.

Ayer por la mañana, caían del cielo en Gaza papelitos en los que el Ejército israelí instaban a los palestinos a evacuar los barrios orientales de Rafah, en el sur de la franja, los que están cerca de la frontera israelí, antes de una ofensiva terrestre prevista en la zona. La ofensiva llevada y traída por el Gobierno israelí durante semanas y causa de antagonismo interno y con la comunidad internacional. La misma ofensiva que, tras el anuncio de Hamás, parece que sigue su curso.

Unos 100.000 gazatíes deben abandonar sus tiendas de campaña o casas para trasladarse a una zona humanitaria ampliada en las áreas de al-Mawasi y Jan Yunís, también en el sur de Gaza, según el Ejército israelí. Las autoridades israelíes dicen que al grupo terrorista Hamás le quedan seis batallones en el enclave, cuatro de ellos en Rafah y los otros dos en el centro de Gaza, en los campos de Nuseirat y Deir al Balah. Se sabe que más de un millón de civiles palestinos se refugian en Rafah. Hay en Israel muchas voces contrarias a tal invasión. Dany Yatom, exjefe del Mosad y expolítico laborista, declaró a Kan que Rafah no es un punto estratégico y que su invasión no obedece a motivos militares.

Hamás, por su parte, comunicó que Israel se está preparando para una ofensiva militar a gran escala «sin tener en cuenta la actual catástrofe humanitaria en la franja o el destino de los prisioneros del enemigo en Gaza», refiriéndose a los rehenes israelíes.

Durante todo el domingo y el lunes, las partes enfrentadas han estado emitiendo comunicados sobre el progreso y la regresión de las negociaciones que se estaban llevando a cabo en El Cairo, en un momento en el que el principal mediador, Qatar, está tomando un segundo plano y Egipto le releva. Por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, escribió en X: «Israel aceptó concesiones de gran alcance para devolver a los secuestrados a sus hogares, y Hamás dijo que no».

Katz añadió que «todo el mundo comprende hoy que Sinwar no tiene ninguna intención de liberar a todos los secuestrados ni siquiera a cambio de todo. Él cree que el mundo presionará a Israel para que detenga la guerra incondicionalmente y él podrá continuar gobernando Gaza, con los rehenes en sus manos y con la capacidad de continuar la guerra de desgaste contra el frente interno israelí y planificar la próxima guerra».

Ayer, Hamás disparó una andanada de misiles desde Rafah contra el cruce israelí de Kerem Shalom matando a cuatro soldados. Katz se refirió al incidente señalando que Hamás dispara desde una población civil contra el paso de Kerem Shalom, «cuya razón de ser es un paso para introducir ayuda humanitaria» en Gaza.

En paralelo, un miembro de Hamás declaró al sitio de noticias israelí Walla, en condición de anonimato, que el llamamiento de Israel a los gazatíes para que evacuen antes de una posible ofensiva terrestre conducirá al fracaso de las precarias conversaciones.

«La decisión israelí de comenzar a evacuar a la población detendrá las negociaciones sobre el acuerdo, que habían progresado bien y estábamos cerca de llegar a un acuerdo», dijo el funcionario. «[El primer ministro Benjamin] Netanyahu tiene la ilusión de que la amenaza de una invasión de Rafah ejercerá presión sobre Hamás, pero solo conducirá a la ruptura de las negociaciones», alertó el funcionario.

Como respuesta a los diez misiles de Hamás lanzados desde Rafah que mataron a cuatro soldados, hay tres más en estado crítico, Israel bombardeó la zona causando, según Hamás, por lo menos 26 muertos en las últimas 24 horas. El Ejército israelí confirmó el contraataque, diciendo que alcanzó el lanzador desde el que se dispararon los proyectiles de Hamás, así como una «estructura militar» cercana.

«Los lanzamientos llevados a cabo por Hamás junto al cruce de Rafah (...) son un claro ejemplo de la explotación sistemática de instalaciones y espacios humanitarios por parte de la organización terrorista, y su uso continuo de la población civil de Gaza como escudos humanos», decía el comunicado militar israelí. Hamás niega que utilice civiles como escudos humanos y Egipto amonestó a Hamás por este ataque durante las negociaciones.

Entretanto, El Cairo ha elevado su nivel de preparación en el norte del Sinaí en previsión de la ofensiva israelí en la ciudad fronteriza de Rafah que podría empujar a los refugiados palestinos que allí se hacinan a buscar protección tras la frontera egipcia. Algo que Egipto ha declarado que no está dispuesto a tolerar. Netanyahu afirmó el domingo que aceptar las «exigencias» de Hamás en Gaza equivaldría a «rendirse».

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