Desde que las tropas israelíes se retiraron de la mitad de la Franja de Gaza a mediodía del viernes y comenzó la cuenta atrás de 72 horas para que los rehenes sean liberados por Hamás y otras facciones armadas del enclave palestino, la euforia se siente en Israel. Este sábado se celebró la última y multitudinaria manifestación en la llamada Plaza de los Rehenes, con las familias reunidas, miles de simpatizantes y hasta con la presencia del enviado especial para Medio Oriente y artífice del plan de paz entre Israel y Hamás, Steve Witkoff.

Éste y el jefe del CENTCOM (Comando Central de Estados Unidos), el almirante Brad Cooper, visitaron una base de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Gaza para confirmar la retirada militar israelí a las líneas acordadas, informó el sábado la corresponsal jefe de Seguridad Nacional de Fox News, Jennifer Griffin en X. La corresponsal de Fox publicó una foto de la visita en la publicación.

También el sábado, ABC News informó de que 200 soldados estadounidenses habían llegado a Israel para supervisar el acuerdo de paz de Trump. Según los informes, las tropas enviadas se especializan en transporte, planificación, logística, seguridad e ingeniería. Dos funcionarios familiarizados con el asunto informaron a la cadena estadounidense de que las fuerzas establecerán un centro de coordinación, pero que ningún soldado de EE UU entrará en Gaza.

Por otra parte, Witkoff y otros colaboradores fueron vistos subiendo a un helicóptero Blackhawk israelí desde la base militar de Ree’im, según revelaron fotos publicadas por Reuters el sábado. Se espera que los rehenes lleguen a la base tras ser liberados del cautiverio de Hamás, añadió la agencia de noticias.

A lo largo del día miles de agentes de seguridad israelíes comenzaron a trasladar a presos palestinos a otras cárceles en las que se los concentrará antes de su liberación, según informó el servicio penitenciario israelí en un comunicado. Los agentes trasladaron a los presos, que serán intercambiados por los 48 rehenes retenidos por Hamás y otros grupos armados en Gaza, a las cárceles de Ofer y Ketziot, siguiendo las instrucciones del gobierno, según el servicio penitenciario.

Por su parte, tanto Hamás, como la Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP)anunciaron su decisión de continuar implementando el acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes en Gaza, a pesar de criticar la negativa de Israel a liberar a muchos de los presos palestinos de alto rango en prisiones israelíes.

«Hemos realizado grandes esfuerzos para garantizar la liberación de todos los presos, hombres y mujeres, y de los líderes del movimiento nacional», declararon las facciones en un comunicado conjunto. «Sin embargo, la ocupación [israelí], como de costumbre, ha cancelado la liberación de un número significativo de ellos», añadieron. El viernes por la mañana, las exigencias de Hamás llevaron al gobierno israelí a revisar la lista de prisioneros palestinos. 11 miembros de Hamás condenados por asesinato serían liberados en lugar de 11 miembros de Fatah, la mayoría de los cuales no estuvieron involucrados en el asesinato de israelíes y algunos de los cuales son críticos con Hamás.

De los 250 prisioneros de la lista, 159 están vinculados con Fatah y 63 con Hamás. El resto no tiene afiliación a ningún grupo en particular o está vinculado con la Yihad Islámica Palestina, el Frente Popular para la Liberación de Palestina o el Estado Islámico.

El día amaneció con la noticia del suicidio de un superviviente del festival de música Nova, donde miembros de Hamás masacraron a más de 360 personas al amanecer del 7 de octubre de hace dos años. Roei Shalev se quitó la vida el viernes tras compartir una publicación en redes sociales despidiéndose.

Shalev recibió un disparo por la espalda y sobrevivió. Su pareja, Mapal Adam, fue asesinada al igual que su amiga íntima, Hili Solomon.

Una semana después de la masacre, Raffaela, la madre de Shalev, también se quitó la vida.