Guerra en la Franja
Israel acusa a Hamás de incumplir la tregua y reanuda los bombardeos en Gaza
Tel Aviv informa a los países árabes de su plan de crear una zona tampón en la frontera de la Franja en el día después de la guerra
Como había anunciado su gabinete de guerra, Israel ha reanudado a primera hora de la mañana la operación antiterrorista contra Hamás en la franja de Gaza una vez concluidas las que a la postre fueron siete jornadas de tregua con la organización islamista que, gracias a la mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto, permitieron la liberación de 110 rehenes –entre ellos 78 mujeres y menores– además de la excarcelación de 240 palestinos presos en cárceles de Israel.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu acusó a Hamás de haber violado el acuerdo de alto el fuego al no haber cumplido con su parte en la liberación del número de rehenes pactado –diez mujeres– en la víspera. Además, los sistemas de defensa israelíes interceptaron a las seis de la mañana de este viernes, una hora antes de que concluyera el alto el fuego, un cohete dirigido contra las comunidades fronterizas con Gaza. Hamás acusaba, a su vez, a Israel del fin de la tregua al no aceptar su contrapropuesta: adultos y cuerpos de israelíes fallecidos. Tras los ocho israelíes liberados de su cautiverio en la Franja en la noche del jueves, según las estimaciones israelíes, hay aún al menos 159 rehenes –de los 242 que fueron secuestrados el 7 de octubre– en el interior de Gaza.
La mengua sufrida por el potencial bélico de Hamás no impidió que la organización islamista lanzara desde el interior de la Franja nuevos cohetes dirigidos contra comunidades israelíes del centro y sur. Las alarmas sonaron en localidades relativamente alejadas de la frontera de Gaza como Rishon Lezion, Holon, Rehovot, Lod, Nes Ziona o Asdod.
Desde el kibutz Nir Oz, una de las comunidades masacradas el 7 de octubre pasado –apenas 1,6 kilómetros los separa de la Franja–, se anunciaba la muerte de Ronen Engel, de 54 años, en su cautiverio en Gaza. Un portavoz de las FDI confirmaba además la muerte de otro residente del citado kibutz, Eliyahu Margalit, de 75 años, en la Franja.
También en la tarde de trascendía que militares israelíes y del Shin Bet –el servicio de inteligencia y seguridad interior de Israel– habían recuperado el cadáver de otro de los rehenes, Ofir Tzarfati, del interior de la Franja. Asimismo, la familia del israelí Guy Iluz, secuestrado en la fiesta rave que se celebraba en Re’im en la mañana del 7 de octubre, fue informada del fallecimiento del joven de 26 años.
Entretanto, este viernes ha trascendido que Israel ha informado a varios países árabes, entre ellos Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos –con los que mantiene relaciones diplomáticas– y Arabia Saudí –en los últimos meses los dos gobiernos han negociado los términos de una normalización que no ha acabado de producirse– de su voluntad de crear una zona tampón de seguridad junto a la frontera de Gaza –una idea ya evocada en jornadas precedentes por miembros del Gobierno– una vez concluya el actual operativo antiterrorista, según fuentes gubernamentales egipcias recogidas por la prensa israelí. La medida permite entrever los planes de Netanyahu para después de la guerra en caso de sobrevivir políticamente: una Gaza desmilitarizada y sin Hamás en cuyo gobierno se impliquen no sólo la Autoridad Palestina, sino también los países árabes citados.
Horas después del fin del alto el fuego y al cierre de esta edición, las autoridades sanitarias del Gobierno de Gaza, en manos de Hamás, hablaban ya de al menos 175 muertos y más de medio millar de heridos como consecuencia de los bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Como en jornadas precedentes, el Ejército israelí avisó a la población de Gaza por medio del lanzamiento de octavillas de que buscaran refugio ante la inminencia de los bombardeos contra Hamás.
Simultáneamente, en el fin de la tregua entre Tel Aviv y Hamás, desde el sur del Líbano Hizbulá volvió a lanzar cohetes contra el norte de Israel. Según recogía el diario israelí Haaretz, los ataques de la organización proxy de la República Islámica de Irán en el Líbano hacían sonar las sirenas en comunidades como Hila, Hossen, Kfar Veradim o Ma’alot-Tarshiha además de provocar cortes en el suministro eléctrico.
Por su parte, la respuesta de las FDI en el Líbano causaba la muerte a tres personas, entre ellas una madre y su hijo en la pequeña localidad de Houla, según fuentes de la organización chiita. Un total de 87 combatientes de Hizbulá han muerto desde que comenzara el actual operativo antiterrorista israelí, de acuerdo al cómputo del diario local L’Orient-Le Jour. Asimismo, en la tarde de trascendía que las fuerzas israelíes habían abatido un terrorista que se había infiltrado desde suelo libanés hasta la localidad fronteriza de Margaliot.
Los datos de la administración palestina elevan por encima de las 14.500 el número de víctimas desde que comenzara la respuesta de las FDI contra la matanza terrorista perpetrada por Hamás. La cadena de ataques de las brigadas Al Qassam –la denominación de la rama armada de Hamás– en la jornada del 7 de octubre dejó al menos 1.200 personas asesinadas en Israel.
El emirato de Qatar, país clave en las negociaciones entre Tel Aviv y Hamás, aseguraba su ministro de Exteriores Mohamed Bin Abdulrahmán bin Jassim al Thani, continúa trabajando en la consecución de una nueva tregua, aunque admitía que los nuevos bombardeos de las FDI contra la Franja lo «dificultaban».
Entretanto desde Naciones Unidas pedía a las partes un alto el fuego «inmediato» en Gaza. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU dice estar «seriamente preocupada» por el dramático incremento en el número de palestinos detenidos en Cisjordania y Jerusalén Este –hasta 3.000– y se instaba a investigar la supuesta tortura practicada por las fuerzas de seguridad israelíes.
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