Crimen de guerra
Israel, en vilo por la suerte de los 30 niños secuestrados por Hamás
Varios organizaciones han pedido al grupo extremista la liberación de los menores israelíes
La sociedad israelí sigue traumatizada por el brutal ataque cometido por Hamás el pasado 7 de octubre en numerosos kibutz situados cerca de la frontera con Gaza. Las autoridades hebreas creen que los terroristas secuestraron a 220 personas. De momento, solo cuatro han sido liberadas tras la mediación de Qatar y Egipto. Los cautivos son adultos, ancianos y niños inocentes que fueron capturados en varias localidades y trasladados a Gaza. Aunque el Gobierno no ha confeccionado una lista con los nombres de los rehenes, se cree que existen al menos 30 menores, con edades comprendidas entre 6 meses y 18 años, en manos de Hamás.
Organizaciones de derechos humanos, incluida Unicef, han instado a Hamás a garantizar la seguridad y bienestar de todos los rehenes, especialmente los niños, recordando que el uso de civiles, en particular menores, en conflictos armados viola el derecho internacional.
La pasada semana, 86 premios Nobel pidieron al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, y a los líderes mundiales que trabajen por la liberación inmediata de los menores secuestrados en Gaza. En un sentido mensaje, los galardonados lanzaron este mensaje: “A lo largo de los anales de la historia de la humanidad, se han desarrollado guerras, pero la humanidad siempre ha trazado la línea entre los actos de guerra y los crímenes de guerra. Ninguna guerra debería jamás tolerar atrocidades masivas. Ninguna guerra normalizará los actos de violación y tortura. La guerra nunca debe permitir el cautiverio de niños inocentes en medio en un confinamiento infernal”.
Los premios Nobel firmantes de la petición sostienen que el secuestro y el encarcelamiento de niños es un crimen de guerra y una profunda injusticia moral contra la humanidad en su conjunto. Su mensaje concluye con una demanda rotunda: “Dejen ir a los niños”.
Al drama de los niños secuestrados se une la trágica situación que muchos menores sufren tras haber perdido a sus padres asesinados por los terroristas en el ataque del 7 de octubre. El Ministerio de Bienestar Social de Israel anunció que al menos 21 niños de trece familias quedaron sin sus progenitores tras el devastador ataque de Hamás. La cifra incluye 16 casos en los que ambos padres fueron asesinados, mientras que en los niños restantes uno de los padres fue asesinado o llevado cautivo.
Entre los menores secuestrados se encuentran Raz, de cinco años, y Aviv Asher, de 3. Ambos fueron capturados por Hamás junto con su madre, Doron Asher Katz, y su abuela. Las niñas y su madre estaban visitando la aldea de su abuela en el sur de Israel cuando el grupo islamista irrumpió en su vivienda. El padre, Yoni Asher, expresó su angustia en declaraciones al New York Times: "No puedo dormir; vivo fuera de mi".
También está el caso de Mayyan Zin, una madre divorciada con dos hijas capturadas ese mañana. Se trata de Dafna, de 15 años, y Ella, de 8. La madre se enteró que habían sido secuestradas por Hamás cuando un pariente le envió fotos en Telegram de las niñas sentadas en colchones durante su cautiverio.
Otra historia que ha conmocionado a la sociedad israelí es la de la familia del abogado israelí Shaked Haran. El grupo terrorista palestino secuestró a sus padres, hermana y cuñado, a sus sobrinas y a sus tres hijos de entre 3 y 12 años. Todos vivían en el kibutz Beeri.
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