Navidad
Italia quiere «blindar» los belenes en los colegios
El proyecto de ley del partido de Meloni genera una gran polémica
Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra Giorgia Meloni, presentó esta semana un proyecto de ley para proteger la fiesta de la Navidad y los belenes navideños en los colegios para «defender las tradiciones religiosas italianas», que, según esta formación, están siendo atacadas. La normativa incluye sanciones y «procedimientos disciplinarios» para los directores escolásticos que prohíban o autoricen la prohibición de los nacimientos natalicios.
«Desde hace algunos años, estamos asistiendo a decisiones inaceptables y vergonzosas por parte de algunos organismos escolares que prohíben el belén en las escuelas o modifican su esencia profunda modificando, por ejemplo, la fiesta de Navidad por unas improbables vacaciones de invierno para no ofender a los creyentes de otras religiones», lamentó la senadora Lavinia Mennuni, impulsora de la normativa. Con este proyecto de ley, «ya no será posible cancelar el belén, la Navidad y la Pascua dentro de las escuelas italianas», añadió.
La medida establece que está prohibido «impedir las iniciativas promovidas por padres, alumnos y organismos escolares competentes para continuar con actividades relacionadas con las celebraciones tradicionales relacionadas con la Navidad y la Semana Santa Cristiana» como el «belén, recitales y otros eventos».
La iniciativa ha generado una gran polémica en el país transalpino, donde uno de los principales sindicatos, CGIL, invitó al Gobierno de Meloni a leer de nuevo la Constitución. «Tienen que recordar que vivimos en un país laico, la escuela es laica. Apoyaremos en todos los sentidos el principio de autonomía escolar y la laicidad de las escuelas públicas», señaló. En el mismo sentido se pronunció la asociación nacional de directores escolares (ANP, por sus siglas en italiano) que defendió que es necesario «tener en cuenta las tradiciones del país, pero imponerlas por ley es inapropiado», declaró su presidente, Antonello Giannelli.
Algo parecido opina Riccardo Magi, secretario del partido progresista +Europa, para quien «la imposición» de Hermanos de Italia «no solo ofende a los creyentes por este uso instrumental de los símbolos religiosos, sino que también es inconstitucional porque contradice la libertad de culto» recogida en la Constitución. «Pero sobre todo», añade Magi, «recuerda a los regímenes religiosos que quieren imponer la palabra de Dios por medio de la ley». Por su parte, el diputado Nicola Fratoianni, secretario de Izquierda italiana, apuntó: «Hermanos de Italia ha presentado una propuesta para ‘defender’ el belén. ¿De quién? No se sabe».
Entre los centros escolares y las asociaciones de padres tampoco existe unanimidad al respecto del proyecto de ley. Para Veronica Migani, directora de un instituto de Bérgamo donde conviven estudiantes de más de 40 etnias diferentes –con estudiantes procedentes de Latinoamérica, África, China y Europa del Este–, la iniciativa del Ejecutivo de Meloni es sencillamente «una provocación». «En nuestra escuela hay árboles de Navidad, crucifijos y nunca nadie nos ha reprochado nada. No existe un ambiente hostil en las escuelas y la nuestra es multiétnica; mostramos nuestros símbolos sin haber recibido nunca ningún rechazo», así como «respetamos el Ramadán de algunos alumnos».
La respuesta más contundente a la propuesta de la senadora del partido de Meloni la hizo el sacerdote de Capocastello, un pequeño pueblo de la provincia de Avellino, en el sur de Italia, que colocó dos madres alrededor del niño Jesús, en un intento de apelar al diálogo y dejar de lado la «confrontación y los enfrentamientos ideológicos». «La realidad es que hoy hay otro tipo de familias», admitió. «A las catequesis llegan niños hijos de divorciados, de padres solteros, pero también de parejas gays».
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