Itamar Rabinovich: «Los rebeldes deben unirse y ceder el liderazgo a los seculares»

El profesor Itamar Rabinovich, presidente del Instituto Israel en Washington y ex embajador en Estados Unidos, fue el jefe de los negociadores israelíes con Damasco entre 1992 y 1995, bajo el Gobierno de Isaac Rabin. Hoy analiza la situación del vecino del norte de Israel con LA RAZÓN.

l ¿Cómo ve usted el futuro de Asad? ¿Es cuestión de tiempo que caiga?

–Sí, creo que está destinado a caer, aunque puede que consiga mantener el poder en una parte de Siria. No creo que permanezca mucho tiempo en la posición actual de presidente, pero no parece que vaya a terminar todo muy rápido.

l O sea que le ayuda el hecho de que los rebeldes están tan divididos entre ellos...

–Por supuesto. Ante todo desde un punto de vista militar no logran derrotar al régimen por su desventaja en el aire y en el cuerpo de blindados. Y desde un punto de vista político y diplomático tampoco, en gran medida porque la ayuda de Rusia e Irán se intensifica cada vez más. Además, los rebeldes no se logran unir y servir así de alternativa coherente al régimen.

l ¿Tienen algún común denominador?

–La oposición al régimen, por supuesto. Hay oposición política más que nada en el exterior y oposición militar dentro del país. Claro que están divididos entre milicias religiosas, otras más seculares. Hay de todo.

l Es cierto que han llegado yihadistas del exterior y pelean dentro de Siria...

–Sí, pero junto a Asad pelean Irán y Hizbulá... Hay cierta similitud con la Guerra Civil española, escenario previo a la Segunda Guerra Mundial, en el sentido que las fuerzas llegadas de afuera luchaban entre ellas y en el medio estaba la población local.

l ¿Qué actitud debe tener Occidente ante los rebeldes?

–Yo creo que hay que alentarles a unirse y a los elementos seculares liberales, a tomar posiciones de liderazgo.

l Pero el secular da la impresión de ser el sector minoritario. ¿No es así?

–Ante todo, el problema es que no tienen fuerza militar. En una guerra de este tipo, lo que más determina el desenlace es la fuerza militar sobre el terreno.

l ¿Reciben armas los rebeldes?

–Reciben a través de Jordania, pero no tanto de Occidente como de Arabia Saudí, y Qatar da dinero a algunas de las milicias.

l Occidente no está haciendo demasiado.

–Ayuda en entrenamientos, en equipos no letales. Ahora quiere imponer zonas de prohibición de vuelo y un corredor humanitario, para ayudar a los rebeldes, pero el presidente Obama teme que cuando se dé el primer paso ello llevará a un involucramiento cada vez más profundo.

l ¿Cómo evalúa usted la actitud de Rusia, el envío de buques de guerra a la zona?

–Ellos apuestan fuerte al póquer. Es un esfuerzo general de Rusia de recuperar una posición de influencia en la zona. Siria es para ellos de gran importancia y no están dispuestos a perder a manos de Occidente.

l ¿Y cuál es el papel de Israel?

–Israel se cuida de no involucrarse, pero el abastecimiento de armas capaces de romper el equilibrio provenientes de Irán y Rusia para Siria y Hizbulá en Líbano es un problema. Dudo un poco si decirlo así, pero es una «línea roja» para Israel.

l ¿Israel podrá hacer respetar esa «línea roja» sin complicar la situación siria?

–El problema es que llegamos a un punto en el que Irán puede llegar a reaccionar. Una fuente israelí dijo al diario «The New York Times» que si Asad reacciona contra Israel, nosotros podemos derribarlo. Es una advertencia de gran alcance.