Japón

Japón aprueba reactivar las nucleares tras Fukushima

La Asamblea de Kagoshima fue escenario de las airadas protestas pertenecientes a grupos de residentes de la región que se oponen a la reapertura
La Asamblea de Kagoshima fue escenario de las airadas protestas pertenecientes a grupos de residentes de la región que se oponen a la reaperturalarazon

La prefectura japonesa de Kagoshima aprobó reactivar la primera central atómica en Japón tras el parón nuclear provocado por el accidente de Fukushima en 2011, pese a la oposición de la opinión pública y la población local.

La prefectura japonesa de Kagoshima (suroeste del país) aprobó hoy reactivar la primera central atómica en Japón tras el parón nuclear provocado por el accidente de Fukushima en 2011, pese a la oposición de la opinión pública y la población local.

Fue el gobernador de Kagoshima, Yuichiro Ito, el que dio el visto bueno en la Asamblea de la prefectura para la reactivación de los dos reactores atómicos de agua a presión de la planta de Sendai, situada en el extremo meridional de la isla de Kyushu, la segunda más poblada del país asiático.

En septiembre, Sendai se convirtió en la primera planta de Japón en cumplir la nueva normativa impuesta por la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón, tras el gravísimo accidente provocado en la central de Fukushima Daiichi por un terremoto de 9 grados Richter y un tsunami el 11 de marzo de 2011.

Los 48 reactores de uso comercial del país están actualmente apagados debido a que la NRA no permite que retornen a operaciones hasta cumplimentar esos nuevos estándares de seguridad, mucho más estrictos.

Junto con la aprobación emitida por la asamblea local de la ciudad de Satsumasendai, localidad que acoge la planta, el apoyo mostrado hoy por la prefectura allana el camino para la reapertura de las instalaciones.

A expensas de que la NRA concluya unas últimas revisiones en materia de seguridad, se espera que Sendai vuelva a operar el año que viene.

Esta serie de decisiones se han producido pese que la mayor parte de la opinión pública nipona parece estar cada vez más en contra de la reactivación, según muestran los sondeos.

En la última encuesta de opinión telefónica realizada por la agencia Kyodo, el 60,2 por ciento de los participantes se mostró en contra de que Japón vuelva a encender sus reactores de fisión, mientras que solo el 31,9 por ciento dijo estar a favor.

La Asamblea de Kagoshima fue hoy además escenario de las airadas protestas de unas 400 personas, pertenecientes a grupos de residentes de la región que se oponen a la reapertura e intentaron interrumpir la sesión al grito de “¡Debería daros vergüenza!” o “¡No escucháis nuestras voces!”.

Muchos grupos de vecinos se han mostrado además preocupados por la posibilidad de que los volcanes activos de la región puedan provocar un desastre en la central.

Además, varios municipios que se encuentran dentro del radio de 30 kilómetros en torno a Sendai y en los que se requieren protocolos de evacuación especial en caso de accidente, han reclamado participar en el proceso para decidir si la central vuelve o no a funcionar.

Algunos ciudadanos de Kagoshima, en cambio, sí mostraron hoy su beneplácito con la decisión, al considerar que la reapertura traerá más empleo y crecimiento a la economía local.

Es el caso de Michio Yamada, taxista de 66 años, que justificó en declaraciones recogidas por Kyodo la reactivación, dado que “en esta zona no hay mucho trabajo y encima el número de clientes ha caído (desde que se cerró Sendai)”.

“Debido a varios factores, veo que la reactivación de los reactores es una decisión inevitable”, dijo por su parte el gobernador Ito en la Asamblea tras anunciar su decisión.

El Gobierno central ha prometido por su lado reducir la dependencia nuclear del país en el futuro, pero quiere retomar pronto la generación atómica para reanimar la economía.

Y es que Japón, cuya electricidad procedía antes del accidente de Fukushima en un 30 por ciento de las plantas nucleares, debe importar ahora ingentes cantidades de hidrocarburos para centrales térmicas, lo que ha contribuido a hundir su saldo comercial.