US Navy

El jefe de la US Navy en el Pacífico se pone serio con China: "No debemos dejarnos intimidar"

Para dominar el Indo-Pacífico, la Armada de Estados Unidos se adentra en territorio hostil con un arma secreta: la inteligencia artificial y el 5G para decidir y disparar antes que el enemigo

Navío en alta mar con la bandera estadounidense ondeando
El jefe de la US Navy en el Pacífico se pone serio con China: "No debemos dejarnos intimidar"US NAVY

La principal obsesión de la Flota del Pacífico de Estados Unidos es una: acortar al máximo el tiempo que transcurre desde que se detecta una amenaza hasta que se la neutraliza. En los conflictos del futuro, se considera que esta capacidad para acelerar drásticamente la respuesta otorgará una ventaja de combate decisiva, permitiendo a las fuerzas norteamericanas tomar la iniciativa incluso en los escenarios más hostiles y complejos. Para lograr esta superioridad, no solo se están redefiniendo las tácticas, sino que también Estados Unidos ha ordenado la fabricación de miles de misiles en un esfuerzo por no quedarse atrás en la carrera armamentística con China.

Para ello, el mando estadounidense ha puesto en marcha una profunda revisión de sus métodos operativos. Se asume que el ingenio y la velocidad son, a día de hoy, tan determinantes como el propio armamento. Se trata, en esencia, de una carrera por la información y la rapidez de reacción, una competición en la que la tecnología es fundamental para decantar la balanza en el campo de batalla. Esta competición tecnológica se extiende a todos los dominios, y es especialmente intensa en el sector aéreo, donde China podría liderar la carrera por los aviones de sexta generación gracias a sus innovadores diseños.

Asimismo, las fuerzas navales ya están incorporando todo un abanico de tecnologías emergentes, muchas de ellas de origen comercial. La adaptación de sistemas de comunicación por satélite, redes móviles 5G y 6G, y arquitecturas de radio abiertas es una prioridad. También se está recurriendo a la infraestructura del sector privado en redes y computación en la nube para procesar ingentes volúmenes de datos, según informa el medio especializado Breaking Defense.

La doctrina de operar bajo fuego constante

En este contexto, toda esta transformación tecnológica responde a un cambio radical en el escenario del Indo-Pacífico. La nueva doctrina militar asume como inevitable la necesidad de actuar de forma continua bajo la amenaza directa del enemigo. Este enfoque busca contrarrestar las estrategias de negación de área de adversarios como China, evitando así cederles la iniciativa y el control de zonas de combate que se consideran cruciales. Este tipo de amenazas se materializa en el desarrollo de armamento específico, como el nuevo misil 'asesino de portaaviones' que China está perfeccionando para disuadir a las fuerzas navales estadounidenses.

Por otro lado, la inteligencia artificial se perfila como el pilar fundamental para desenvolverse con éxito en este entorno de una complejidad táctica sin precedentes. Su integración ya está en marcha en áreas tan diversas como el mando y control de las operaciones, la ciberseguridad de los sistemas, la optimización de la logística o el análisis de potenciales objetivos para un ataque.