La fuerza aérea británica, conocida como laRoyal Aire Force (RAF), tiene 30 mujeres en plantilla, pero ni una sola puede pilotar un avión de quinta generación F-35. No se trata de una cuestión de discriminación contra las mujeres piloto, sostiene el jefe de la Fuerza Aérea, Mike Wigston.

La verdadera razón por la que las mujeres no pueden pilotar el caza fabricado por Lockheed Martin es que el casco diseñado para ponerse al frente del aparato es demasiado pesado. El modelo Gen III que usa la RAF pesa unos 2,3 kilogramos, y según los estándares establecidos dentro de la fuerza aérea británica el piloto, ya sea hombre o mujer, tiene que pesar al menos 68 kilos para ponerse al mando del avanzado avión de combate, uno de los más sofisticados y solicitados en todo el mundo. "Ese es el límite de peso mínimo para el F-35, y no importa si eres hombre, mujer o cualquier persona, eso es lo que se pide", dijo en una reciente comparecencia parlamentaria el máximo responsable de la RAF.

Wigston aseguró que los pilotos que pesan menos de 68 kilos corren el riesgo de sufrir lesiones en el cuello si son expulsados del F-35 en caso de emergencia. El casco del F-35 Lightning II es más pesado que el de otros aviones de combate, en parte porque está equipado con pantallas que proporcionan al piloto información básica para la misión, lo que incluye datos sobre la velocidad, el rumbo, la altitud, la información del objetivo y las advertencias del centro de control.

En el F-35 el aviador no necesita mirar la pantalla de visualización frontal ya que toda esa información se proyecta directamente en la visera del piloto. De esta manera reduce la carga de trabajo y aumenta la capacidad de respuesta ante cualquier posible eventualidad.

Tobias Ellwood, presidente del comité de defensa de la Cámara de los Comunes, le sugirió a Wigston buscar alternativas para comprar cascos sin el condicionante del peso. El jefe de la RAF respondió que existe una versión "ligera" que pesa solo 2,09 kilogramos, que se parece a los cascos que se usan en los aviones F-15 y F-16. Sin embargo, Wigston objetó que ese modelo es más caro, con un coste superior a los 300.000 euros, y no ofrece, además, una mayor garantía en términos de seguridad.

El peso promedio de las mujeres británicas es de 72 kilogramos, por lo que el límite de 68 kilos no debería ser el problema, según han comentado analistas en la prensa británica. Algunos han cuestionado que el peso sea un argumento clave para explicar por qué no hay mujeres pilotando los F-35 en Reino Unido. Ponen como ejemplo lo que sucede en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, donde en 2015 una mujer voló por primera vez el F-35 Lightning II. Fue Christine Mau, retirada desde 2017 y dedicada desde entonces a entrenar a nuevos pilotos en Lockheed Martin, fabricante del aparato. "El avión no sabe el género de su piloto.Y tampoco importa", sentenció en su día cuando le preguntaron al respecto.

La falta de mujeres volando aviones F-35 es un hecho que coincide con el retraso en la formación de pilotos británicos. Según The Times, en algunos casos han esperado hasta diez años para volar. Wigston ha señalado que en los últimos años se han producido avances, por lo que ahora el tiempo total de entrenamiento para pilotos se ha reducido de siete años a cinco.