Jérôme Bonnafont: «Francia ha sido atacada por ser el país de la libertad»

Conmocionado por el mayor ataque terrorista vivido en suelo francés en medio siglo, el embajador de Francia en Madrid, Jérôme Bonnafont, agradece la solidaridad y el apoyo manifestados por la sociedad y las autoridades españolas en estos duros momentos. En la residencia del embajador se ha abierto un libro de condolencias para homenajear a las víctimas del semanario satírico «Charlie Hebdo» y del supermercado kosher en París. Miembros del Gobierno español encabezados por el presidente, Mariano Rajoy, se han acercado estos días a la residencia de Bonnafont para estampar su firma en señal de solidaridad. Pero también se acumulan a las puertas de la Embajada en Madrid los ramos de flores y los mensajes de fraternidad de ciudadanos anónimos que expresan su consternación por el terrible episodio terrorista que ha puesto en jaque al Estado francés durante casi tres días.

En medio de esta crisis que ha dejado en estado de shock a medio mundo, el diplomático recibe a LA RAZÓN en su despacho mientras llegan de París las últimas informaciones sobre la operación policial que logró neutralizar a los tres yihadistas. El aparente alivio, sin embargo, no oculta su dolor porque el 11 de Septiembre francés se haya cobrado la vida de 18 inocentes.

-¿Por qué Francia y por que ahora ha sido blanco del terrorismo yihadista?

-El blanco no ha sido Francia, sino «Charlie Hebdo», un semanario símbolo del periodismo crítico y de la libertad de expresión. La publicación formaba parte de la lista de medios señalados como objetivo por esos grupos. Francia ha sido atacada como el país de la libertad de expresión, el país donde trabajaban los periodistas y dibujantes de la publicación satírica. Es la representación de un fenómeno global que se refleja en Oriente Medio, Somalia, Nigeria, Afganistán, Pakistán... Unos yihadistas que quieren imponernos un orden totalitario.

-¿Ha «pagado» también Francia su compromiso contra el terrorismo islamista en Mali o en la guerra de Irak y Siria?

-Es una convicción que compartimos en Francia. Los que no se comprometen a luchar contra este extremismo pueden ser víctimas como los que sí se comprometen. Las sociedades libres son siempre objetivo de los terroristas. Desde un punto de vista político y moral, creemos que es nuestro deber como un país que quiere construir Europa y es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU actuar contra el grave riesgo que supone el terrorismo yihadista. Si no hubiéramos intervenido contra la organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico en Mali, el precio hubiera sido mucho mayor que no haberlo hecho.

-¿Cómo responderá la República después de este brutal ataque a la libertad?

-Ya lo está haciendo con la acción policial. Estamos reforzando nuestra legislación antiterrorista para tener mejor en cuenta la nueva dimensión internacional de la acción de estas redes terroristas. Por ejemplo, que se pueda incriminar a los actos terroristas a través de acciones en las redes sociales antes de la comisión propia de los actos terroristas.

Se trata de una cuestión muy delicada porque en el Derecho Penal la comisión del acto es lo que constituye el hecho, por lo que hay que ver hasta qué punto podemos prevenir atentados a través de la prevención de actos preparatorios. Otra cuestión es la reunión de ministros de Interior que se va a celebrar hoy en París con la asistencia de representantes de Estados Unidos y muchos países eurooeos, entre ellos el titular español y el fiscal general estadounidense. Finalmente, a nivel político, los poderes públicos apoyan la manifestación convocada esta tarde contra el terrorismo.

-En esa manifestación finalmente no va a participar el ultraderechista Frente Nacional (FN) que ha organizado una convocatoria al margen de la de París?

-El presidente francés, François Hollande, aseguró que cada ciudadano tiene el derecho a participar en la concentración contra el terrorismo, pues no es una manifestación organizada por el Estado, sino por una coalición informal de personas preocupadas por la situación actual que quieren expresar su apego a la libertad.

-¿Existe el riesgo de que algunos grupos, como el partido de Marine Le Pen, instrumentalicen esta tragedia terrorista?

-No me corresponde entrar en el debate político interno de Francia. Pero sí, claro que existe ese riesgo genérico de instrumentalización. De ahí que en Francia todos los partidos republicanos quieran hacer las cosas de forma contundente para que no se vincule a los terroristas con la comunidad musulmana y no pueda producirse una instrumentalización política de estos acontecimientos.

-Las tentaciones islamófobas crecen alarmantemente en toda Europa. En Francia, se ha publicado el polémico libro «Sumisión» de Michael Houelebeck, que habla de la elección de un presidente musulmán en 2022. En Alemania, un 57% de la población ve un peligro en la comunidad musulma mientras que el movimiento Pegida clama en la calle contra la creciente islamización del país. ¿El yihadismo no retroalimenta la islamofobia?

-Debemos distinguir de forma precisa el hecho del radicalismo yihadista y las importantes comunidades muslmanas de nuestros países, porque los primeros terroristas islamistas no estaban en nuestros países, sino en Afganistán, Pakistán, Nigeria... No es un problema francés o español, sino resultado de una internacional yihadista con redes organizadas que nos amenazan desde todas partes del mundo.

-El yihadismo es la principal amenaza para la seguridad colectiva europea. ¿Qué podemos hacer para combatir este fenómeno de nuevo cuño?

-En primer lugar, el diálogo entre nosotros porque es un problema complejo que no tiene una respuesta uniforme e idéntica. En segundo lugar, debemos entender que cada país europeo tiene su propia estructura social, su modelo de integración o asimilación, por lo que debemos respetar las peculiaridades de cada país. En tercer lugar, tenemos que trabajar en un mínimo común denominador que sea compatible en toda Europa y aceptar la idea de que después cada país aplicará su propio método.

-¿El distanciamiento diplomático entre Marruecos y Francia está perjudicando la lucha contra el terrorismo de la inteligencia francesa?

-Por lo que conozco, tenemos una dinámica y activa cooperación política y de defensa con Marruecos, por lo que no tengo ninguna información sobre esta cuestión. Hace pocas semanas, acudí en Granada a un encuentro entre ministros de Defensa del Grupo 5+5 en el que participaron los titulares francés y marroquí en el que se debatió largamente sobre terrorismo, también de forma bilateral.

-¿Cómo podemos evitar que los jóvenes musulmanes que residen en Europa caigan en la radicalización tras pasar un tiempo en la prisión o en las mismas mezquitas?

-Se requiere una triple respuesta. A nivel policial, hay que compartir información. Tener una legislación que permita actuar con eficacia sin limitar las libertades públicas. Compartir a nivel internacional información sobre los movimientos radicales que operan en el viejo continente. Asimismo, ideológicamente, tenemos que comprender cómo se propagan estas ideas y cómo se puede prohibir en internet este tipo de activismo extremista en el que se hace apología de la violencia y del yihadismo.

Desde la educación republicana, se deben dar a estos jóvenes en las escuelas valores y herramientas para no ser pasto del fundamentalismo. También protegerlos frente a este deriva de propagandistas eficaces y muy bien preparados. Pero no se trata de un problema de integración de una minoría en Francia, sino de una ideología fanática que existe en todos los países y que atrea a un cierto tipo de gente que acaba después en la acción violenta.

-¿La exitosa cooperación franco-española en la lucha contra la banda terrorista ETA puede servir de modelo para combatir el yihadismo dentro de la Unión Europea?, ¿puede copiarse el sistema de colaboración?

-Naturalmente. En las conclusiones de la última cumbre franco-española, los ministros de Justicia e Interior de ambos países ya expresaron que el modelo que hemos desarrollado contra la banda terrorista ETA debe servir en la lucha contra el yihadismo.