Bruselas

Johnson solicita por carta la prórroga del Brexit pero no la firma

El primer ministro Boris Johnson suspende la votación de su acuerdo tras sufrir un nuevo contratiempo en sus planes de salida.

Boris Johnson
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El primer ministro Boris Johnson suspende la votación de su acuerdo tras sufrir un nuevo contratiempo en sus planes de salida.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha enviado a la Unión Europea (UE) una carta en la que se solicita una prórroga del "brexit"más allá del 31 de octubre, pero sin firmarla, según indicaron los medios. En esa misiva se puntualiza que se trata de una carta del Parlamento, y va acompaña por una segunda en la que manifiesta que él, como primer ministro, no pide un retraso de la salida de la UE.

El Brexit tendrá que esperar. Sí, de nuevo. La expectación a ambos lados del Canal de la Mancha era máxima ante lo que se había bautizado como “Super Sábado”. El premier Boris Johnson buscaba ratificar en la Cámara de los Comunes el acuerdo de retirada cerrado esta semana con Bruselas. Aunque no existían plenas garantías de conseguir el ansiado número de 320 votos, lo cierto es que sí se respiraba más optimismo que cuando su predecesora, Theresa May, intentó aprobar sin éxito hasta en tres ocasiones el texto que en su día negoció con la UE.

Sin embargo, ni siquiera el añadido histórico de celebrar la primera sesión extraordinaria en fin de semana desde la Guerra de las Malvinas de 1982 logró la fumata blanca. Es más, ni siquiera hubo votación.

Durante el debate previo, sus señorías aprobaron -por 322 votos a favor frente a 306 en contra- la enmienda presentada por el ex tory rebelde Oliver Letwin, ahora independiente, que dio un drástico giro a los acontecimientos.

En definitiva, con el psicodrama Brexit todo ha llegado ya a un punto tan técnico y rocambolesco que resulta complicado entender qué está pasando con un divorcio que se antoja eterno.

La “enmienda Letwin” señala que la ratificación del acuerdo debe quedar sujeta a la aprobación primero de la normativa que se debe tramitar para “legitimar” la salida en sí. Y es que, para garantizar una salida del bloque ordenada, aparte de la ratificación del pacto -tanto en Westminster como en el Parlamento europeo- se necesita además aprobar una serie de leyes para cambiar el marco legal británico y oficializar que el Reino Unido ya no es parte de la UE.

El tory rebelde aseguró ayer que sólo trataba de evitar llegar a un escenario de Brexit caótico “por defecto” el 31 de octubre, que es cuando termina la actual prórroga concedida por Bruselas. En teoría, es cierto que de nada sirve aprobar el pacto, si no se tiene a tiempo la legislación necesaria.

Sin embargo, en la práctica ha sido una jugada maestra de los tories rebeldes expulsados el pasado mes de septiembre del Partido Conservador por no compartir la política Brexit del primer ministro.

Los euroescépticos denunciaron que se trató de otra “artimaña” de los parlamentarios pro UE para retrasar todo el proceso e incluso intentar evitar en última instancia la salida del bloque.

Lo cierto es que ahora se podrían suavizar aún más los términos acordados para el divorcio. Durante la tramitación de las leyes británicas en el Parlamento, sus señorías pueden presentar enmiendas. Técnicamente, nada impide se pueda solicitar ahora dejar a todo el Reino Unido dentro de la unión aduanera y no solo Irlanda del Norte, como plantea el pacto cerrado con Bruselas.

Por otra parte, también se podría presentar una enmienda planteando un nuevo referéndum. En este sentido, mientras sus señorías debatían en la Cámara de los Comunes, miles de personas salieron ayer a la calle convocadas por People´s Vote, la campaña que aboga por una nueva consulta. Al cierre de esta edición, los organizadores aseguraban que se podría haber llegado al millón de participantes. Muchos de los diputados que abogan por un nuevo plebiscito se unieron a la manifestación al terminar el debate en Westminster.

Por su parte, pese a las trabas, Johnson pretende someter a votación el pacto el lunes. Sin embargo, al no haberse ratificado el sábado ningún convenio, la llamada Ley Benn -que la oposición logró sacar adelante en septiembre precisamente con la ayuda de un grupo de tories rebeldes entre los que se encontraba Oliver Letwin- obligaba ayer al primer ministro a solicitar nueva prórroga del Brexit a Bruselas antes de medianoche.

Johnson insistió ayer que “no negociará” más extensiones de plazos. Pero no negociar no lleva implícito no cumplir con la Ley Benn. Por lo tanto, al cierre de esta edición, se daba por hecho que mandaría la carta oficial a Bruselas pidiendo nueva ampliación de plazos, pero utilizaría al mismo tiempo otros procedimientos -quizá una segunda misiva- para comunicar a la UE que él, como primer ministro, no quiere más prórrogas.