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Juan Manuel Merchán, un inmigrante colombiano de primera generación, tiene en sus manos el futuro legal de Trump

El juez interino de la Corte Suprema de Nueva York llevó a prisión enn 2022 al director financiero de la Organización Trump por fraude fiscal

El juez Juan Manuel Merchán
El juez Juan Manuel MerchánLa Razón

Es muy probable que Donald Trump sintiera cierto resquemor cuando llegó a la sala donde le esperaba el juez Juan Manuel Merchán para leerle los cargos que pesaban contra él. El expresidente asegura que el magistrado «le odia», a pesar de que Merchan nunca ha declarado sus sentimientos públicamente. Pero Trump no olvida que fue este mismo juez interino de la Corte Suprema de Nueva York quien llevó a prisión el año pasado a Allen Weisselberg, histórico director de finanzas en su Organización Trump. El motivo, 17 delitos graves relacionados con fraude fiscal que incluían, como en el caso de Trump, falsificación de registros comerciales. De hecho, el propio Merchan manejó las negociaciones con la oficina del fiscal para cerrar un acuerdo con Weisselberg por el que se comprometía a testificar en contra de su antigua empresa, a cambio de cumplir sólo 5 meses de cárcel que precisamente se cumplen ahora en abril. A la compañía se le impuso además la máxima multa que permite la ley en estos casos: 1,6 millones de dólares.

Además, este conocido jurista y exfiscal preside un caso de fraude relacionado con la captación de donaciones para la construcción del muro fronterizo contra Steve Bannon, estratega político y antiguo aliado de Trump. Merchan ya ha dejado claro que, igual que el fiscal de Manhattan Alvin Bragg, no teme a las amenazas de Trump ni de sus seguidores. Durante el proceso de la Organización Trump, Merchán frenó los pies a los abogados de Trump cuando apuntaron que se estaba realizando un juicio político. «No les permitiré de ninguna manera presentar un reclamo de enjuiciamiento selectivo», dijo durante el proceso. Así que el expresidente y su equipo ya sabían a qué se enfrentaba ayer.

Nacido en Bogotá (Colombia), a los 6 años el juez que captó ayer toda la atención emigró a Estados Unidos con su familia y creció en el barrio de Queens, precisamente donde también pasó su infancia Donald Trump. Se graduó en el Baruch College en 1990 y obtuvo su título de abogado en 1994 por la Universidad de Hofstra. Merchán llegó al sistema judicial neoyorkino a principios de la década del 2.000, primero como asistente del fiscal general del condado de Nassau y luego de Suffolk, en el Estado de Nueva York. En el 2006 fue destinado al barrio del Bronx por el entonces alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, para convertirse en el juez del tribunal de familia. Tres años después fue nombrado juez interino de la Corte Suprema de Nueva York.

Sus 17 años de experiencia le han permitido ganarse la reputación de ¨jurista serio, inteligente y templado¨, ha dicho el abogado defensor de Manhattan, Ron Kuby, en la cadena de noticias NBC. ¨Él no es uno de esos jueces que les grita a los abogados, y se caracteriza por ser un juez sensato. Pero siempre tiene el control de la sala del tribunal¨. Para Merchán la sala es un espacio de respeto y lo último que quiere, dicen quienes le conocen, es que se convierta en una pista de circo. Interesante contraste con el despliegue mediático, social y de seguridad que rodea el histórico caso que procesó ayer contra Donald Trump. A pesar de su discreción, El juez Juan Manuel Merchán pasará a la historia como el primer magistrado que se enfrenta en su sala cara a cara a un expresidente, y no cualquiera, uno que ha demostrado que en este proceso quiere todo menos discreción.