Ulster

La Justicia norirlandesa juzgará a un exsoldado británico por el Domingo Sangriento

El Gobierno de Sunak prepara una amnistía para los militares que sirvieron en Irlanda del Norte durante el conflicto

Imagen de archivo fechada el domingo 31 de enero de 1972, un hombre recibe atención tras el tiroteo ocurrido en Londonderry, conocido como «Bloody Sunday»
Imagen de archivo fechada el domingo 31 de enero de 1972, un hombre recibe atención tras el tiroteo ocurrido en Londonderry, conocido como «Bloody Sunday»larazonLA RAZÓN

Un exsoldado británico será juzgado en Irlanda del Norte por su presunta implicación en la muerte en 1972 de dos civiles y el intento de asesinato de otros cinco en el llamado Domingo Sangriento de Derry, según decidió este jueves un juez.

La fiscalía norirlandesa presentó el pasado septiembre de 2022 dos cargos contra el llamado 'Soldado F' por la muerte de James Wray y William McKinney, y cinco por el intento de asesinato de Patrick O'Donnell, Joseph Friel, Joe Mahon, Michael Quinn y otra persona no identificada.

El juez del distrito de Derry Ted Magill aseguró hoy en una vista que las pruebas son suficientemente sólidas para procesar al exmilitar en la Corte de la Corona de Belfast, en una fecha aún por determinar.

Catorce personas inocentes murieron por los disparos de efectivos del Ejército británico el 30 de enero de 1972 en Derry (noroeste de Irlanda del Norte) durante una manifestación por los derechos civiles en la que la actuación de los uniformados ha sido calificada de "injustificada e injustificable", según determinó en 2012 una investigación oficial.

En un principio, la fiscalía decidió en 2021 no procesar al "soldado F" al entender que no había una perspectiva razonable de obtener una condena, como ocurrió en otros dos juicios en los que estaban implicados dos exmilitares británicos por presuntos asesinatos cometidos durante el pasado conflicto en la región, en los que se puso en duda la validez de las pruebas presentadas contra ellos.

Sin embargo, dio marcha atrás y presentó finalmente cargos el pasado año para cumplir con la sentencia dictada por un tribunal de Belfast, que pedía respetar la decisión original de encausar al exmilitar.

Estos casos pusieron de manifiesto las dificultades que tienen las autoridades para investigar sucesos del pasado conflicto, dada la antigüedad de las pruebas disponibles o la disponibilidad de testigos, entre otros factores.

Pero también demuestran que el legado del pasado es una cuestión política controvertida, más aún cuando el Gobierno británico quiere tramitar una ley que prevé conceder una amnistía a los militares que sirvieron en Irlanda del Norte durante el conflicto.

El Ejecutivo irlandés y la mayoría de los partidos norirlandeses han criticado esta medida unilateral, de la que también podrían beneficiarse los grupos paramilitares protestantes-unionistas y nacionalistas-católicos.

Las familias de las víctimas del Domingo Sangriento también la rechazan y siguen pidiendo justicia para los 14 inocentes asesinados en Derry ya que nadie ha sido aún condenado por este suceso, uno de los episodios más polémicos del conflicto.