«Mala memoria»
Kamala Harris y los demócratas salen en tromba a defender a Biden del demoledor informe del fiscal Hur
La caracterización del presidente como «un octogenario con mala memoria» supone un duro revés en mitad de la campaña para su reelección
El informe de más de 300 páginas firmado por el fiscal especial Robert Hur, el hombre elegido hace un año por el fiscal general Merrick Garland para investigar el uso indebido de documentos clasificados por parte de Joe Biden durante su etapa como vicepresidente de Barack Obama, no encontraba ninguna razón para presentar cargos en su contra. Pero contenía algunas palabras demoledoras para las aspiraciones del actual inquilino de la Casa Blanca a la hora de conseguir la reelección el próximo 5 de noviembre.
El fiscal, que formó parte del Departamento de Justicia durante la Administración de Donald Trump, sostiene, por ejemplo, que Biden «no recordaba, ni siquiera dentro de varios años, cuándo murió su hijo Beau». También asegura que la memoria del presidente «parecía tener limitaciones significativas». Gasolina para los republicanos, que salieron en tromba a pedir su destitución por medios constitucionales.
En una carta adjunta al informe, un abogado de la Casa Blanca, Richard Sauber, y un abogado personal de Biden, Bob Bauer, ya refutaron las palabras de Hur. Y Biden, por su parte, cargó en público contra las conclusiones del fiscal. «¿Cómo demonios se atreve a plantear eso? Francamente, cuando me hicieron la pregunta pensé para mis adentros que no era de su maldita incumbencia», dijo en alusión a la cuestión acerca de la muerte de su hijo en uno de los interrogatorios.
El presidente no está solo, y así han querido demostrarlo una serie de funcionarios de su Administración y figuras del Partido Demócrata, que han salido en las últimas horas en defensa de su líder, hoy por hoy, la única figura del partido con posibilidades de frenar el regreso de Trump. La primera en hacerlo ha sido la vicepresidenta Kamala Harris, que denunció desde la Casa Blanca el informe presentado por el fiscal de ascendencia surcoreana, que describió como «gratuito, impreciso e inapropiado» teniendo en cuenta el momento en que tuvo lugar el interrogatorio a Biden, dos días después del atentado perpetrado por Hamás en Israel.
«La forma en que se caracterizó el comportamiento del presidente en ese informe no podría ser más errónea en cuanto a los hechos, y claramente motivada políticamente», denunció Harris, exfiscal en el estado de California. «Y por eso diré que, cuando se trata del papel y la responsabilidad de un fiscal en una situación así, deberíamos esperar que hubiera un mayor nivel de integridad que el que vimos».
En otra rueda de prensa, el portavoz de la Oficina del Consejero de la Casa Blanca, Iam Sams, acusó a Hur de hacer «comentarios gratuitos» que iban «más allá de las atribuciones de un fiscal». «Los republicanos en el Congreso y en otros lugares han estado atacando a los fiscales que no hacen lo que los republicanos quieren políticamente. Se han inventado un sistema de justicia de dos niveles, entre republicanos y demócratas», señaló Sams, que se refirió durante su comparecencia a la opinión expresada por Eric Holder, quien fuera fiscal general bajo la presidencia de Obama, que había dicho que el informe de Hur contenía «demasiados comentarios gratuitos y es totalmente incoherente con las tradiciones del Departamento de Justicia».
«Esa realidad crea una tonelada de presión y en ese ambiente político presionado, cuando la conclusión inevitable es que los hechos y las pruebas no apoyan ninguna acusación, uno se pregunta por qué este informe dedica tiempo a hacer críticas gratuitas e inapropiadas al presidente», remató el portavoz de la Oficina del Consejero de la Casa Blanca.
Andrew Weissman, subdirector del FBI bajo el mandato de George W. Bush y fiscal adjunto, trasladó a la MSNBC que, a su juicio, el fiscal se extralimitó en el ejercicio de sus funciones después de constatar que no había motivos para presentar cargos contra Biden. El informe era «por desgracia ... una repetición de James Comey», dijo Weissman, en alusión al exdirector del FBI cuya investigación sobre el uso de correos electrónicos privados para asuntos relacionados con el Gobierno por parte de Hillary Clinton favoreció a la campaña de Trump en las elecciones de 2016. «Es claramente un golpe partidista», subrayó.
«Creo que esto es salvable [para Biden] porque ocurrió en febrero. Si hubiera ocurrido en julio, quizá no. Tienen que encontrar una manera de lidiar con este tema [de la edad] de manera más eficaz», trasladó al digital Axios un funcionario demócrata de la Casa Blanca que prefirió no revelar su identidad. Sin embargo, en conversaciones privadas mencionadas por la prensa estadounidense, a muchos en el Partido Demócrata les preocupa cada vez más los deslices de Biden, pero parecen resignados a que el hombre de 81 años sea su candidato.
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