Kerry bendice el proceso de paz en Colombia tras reunirse con las FARC

El secretario de Estado afirma que EE UU ayudará a garantizar la paz de los guerrilleros que abandonen las armas

La política exterior de Barack Obama está derribando muros que hace un año parecían imposible de vencer. El presidente de EE UU impulsó el deshielo con Cuba en 2014 y después alentó un pacto sobre el programa nuclear de Irán en 2015. Pero ayer la Administración estadounidense dio un paso inesperado al convocar una reunión entre el secretario de Estados, John Kerry, y líderes de las FARC, a las que Estados Unidos considera un grupo terrorista y uno de los cárteles del narcotráfico más importantes del mundo.

El encuentro se celebró después de la comparecencia conjunta entre Raúl Castro y Obama en el palacio de la Revolución, y en él participó el líder guerrillero Iván Márquez, alias Timochenko. Previamente, Kerry mantuvo una reunión con el equipo negociador del Gobierno colombiano, liderado por Humberto de la Calle, a quien el secretario de Estado norteamericano transmitió que el Gobierno de EE UU garantizará la seguridad de los que abandonen las armas. “Examinamos de manera detallada la marcha de las conversaciones, los temas ya logrados, lo que falta, los desafíos del inmediato futuro en la mesa de conversaciones”, dijo De la Calle.

El líder guerrillero Timochenko publicó en su cuenta de Twitter que Kerry les transmitió que "no podemos darnos el lujo de dejar pasar esta oportunidad para lograr la paz en Colombia. Estamos de acuerdo". El jefe de las FARC explicó que la reunión fue productiva y que Kerry les dijo que “tratándose de la paz no hay diferencias”.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció hace meses que el día 23 de marzo sería la fecha límite para firmar el tan esperado acuerdo. Sin embargo, diferencias entre ambas partes han acabado corrigiendo las previsiones del jefe de Estado colombiano y mañana, presumiblemente, no se escenificará la firma del pacto para poner fin a un conflicto que dura más de cincuenta años y que es el más antiguo de América Latina.

Desde que se inició el proceso de paz entre el Gobierno colombiano con la guerrilla de las FARC hace más de tres años, la Casa Blanca dio su respaldo sin fisuras, pero nunca hasta ahora un dirigente de tan alto rango se había involucrado en el proceso como lo ha hecho Kerry. El papel de EE UU en los diálogos ha sido una tarea del enviado especial estadounidense, Bernie Aronson, que se ha reunido quince veces con las dos partes del conflicto, según el diario “El Tiempo”.

Este compromiso de EE UU con la paz en Colombia se ratificó el mes pasado durante la visita del presidente Santos a Washington, al anunciarse el nuevo “Plan Paz Colombia”, por el que EE UU comprometió más de 450 millones de dólares para invertir una vez que se haya firmado el pacto con la guerrilla. Ayer mismo, en la rueda de prensa con el presidente cubano, Obama le agradeció a Raúl Castro su apoyo a los diálogos con la guerrilla colombiana.

A pesar de esta reunión, Estados Unidos mantiene su política con respecto a la FARC, que tiene al menos diez miembros extraditados y condenados en cárceles norteamericanas, y ha asegurado que no piensa levantar las órdenes de captura que pesan contra los miembros de la guerrilla.

Según indicaron desde la Casa Blanca, este encuentro se cerró el pasado domingo y estaba previsto que tuviera una hora de duración con las FARC y otra hora con la delegación del Gobierno. El encuentro se celebró a puerta cerrada en un salón de protocolo del Laguito, un exclusivo complejo que el Gobierno cubano reserva a visitas de alto rango y en el que se alojan los negociadores de paz desde que comenzaron las conversaciones, en noviembre de 2012.

El senador y ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe, criticó dicho encuentro entre Kerry y Timochenko al afirmar en su Twitter que “muchos colombianos nos sentimos ofendidos” por la reunión del Gobierno de Estados Unidos con las FARC, “el mayor cartel de cocaína del mundo, grupo terrorista”.