Asia

Kim Jong Un desafía a EE UU con su nuevo misil supersónico

El líder de Corea del Norte asiste al lanzamiento del «Hwasong-16B», un nuevo cohete con capacidad nuclear y alcance intermedio

Kim Jong Un camina delante del Hwasongpho-16B TEL antes del reciente lanzamiento de prueba.
Kim Jong Un camina delante del Hwasongpho-16B TEL antes del reciente lanzamiento de prueba. KCNA

Corea del Norte ha probado con éxito el Hwasong-16B, un misil hipersónico con capacidad nuclear de alcance intermedio con propulsores sólidos, considerado por Kim Jong-un como una pieza clave de su armamento nuclear disuasorio. Con este nuevo lanzamiento, Kim continúa desafiando de manera cada vez más agresiva los límites de lo que sus adversarios están dispuestos a tolerar. Esta persistente búsqueda de armas de destrucción masiva y el incremento vertiginoso de los lanzamientos de proyectiles ha sumido a la península en una crisis que ha alimentado especulaciones sobre la posibilidad de un conflicto armado.

El mediático lanzamiento del Hwasong-16B se produjo el martes y consistió en un "nuevo tipo de misil balístico de combustible sólido de alcance intermedio" equipado con una "ojiva de vuelo hipersónico deslizante de nuevo desarrollo", y según alardeó el miércoles la prensa estatal, demostró una tecnología que puede mejorar la capacidad de supervivencia de todos los misiles nucleares del país.

"Ha nacido otra poderosa arma de ataque estratégico, lo que significa que todos nuestros misiles tácticos, operativos y estratégicos de diversos alcances pueden convertirse en misiles de combustible sólido, con armas nucleares y ojivas maniobrables", declaró un orgulloso Kim, y añadió que el lanzamiento demostró sus "tres principios de construcción de fuerzas armadas con misiles para golpear con rapidez, precisión y potencia cualquier objetivo enemigo en todo el mundo".

El dirigente instó a producir más misiles nucleares para contrarrestar los "actos de confrontación militar" de enemigos no especificados, probablemente Estados Unidos y Corea del Sur, que en las últimas semanas "han impulsado su alianza militar y han organizado todo tipo de simulacros de guerra, amenazando así la seguridad de nuestro Estado en todo momento". Y es que, el Reino Ermitaño lleva tiempo tratando de dominar las tecnologías más avanzadas con el fin de poder neutralizar los sistemas de defensa antimisiles de Seúl y Washington, así como amenazar las bases militares regionales estadounidenses.

Los primeros misiles balísticos (ICBM) hipersónicos, intermedios e intercontinentales norcoreanos utilizaban motores de combustible líquido, que por lo general tardan más en prepararse para el lanzamiento en comparación con los últimos misiles del país, que utilizan motores de combustible sólido. La capacidad de conducir el misil en un lanzador erector transportador (TEL) a diferentes lugares y disparar rápidamente sin necesidad de precarga de combustible, ayuda a evitar ataques preventivos del enemigo, mientras que las ojivas maniobrables están diseñadas para evadir los sistemas de defensa antimisiles.

Aunque la propaganda norcoreana elogia la prueba como un logro significativo, la funcionalidad del vehículo hipersónico de planeo sigue siendo objeto de escrutinio.

Según informaron el miércoles los medios de comunicación estatales, el nuevo Hwasong-16B voló 1.000 km y alcanzó primero una altitud máxima de 101,1 km antes de descender y volar a una altitud de 72,3 km. No obstante, el Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS por sus siglas en inglés) emitió un comunicado en el que afirmaba que junto a Tokio y Washington estaban de acuerdo en una distancia de vuelo estimada final de "unos 600 km", y afirmó que los datos de vuelo publicados por su vecino son "exagerados y diferentes de los que analizaron nuestros militares".

Según informes del JCS, el Hwasong-16B se encuentra en las etapas iniciales de desarrollo, a pesar de haber logrado algunos avances técnicos significativos. Los misiles hipersónicos son considerados sistemas de armas altamente complejos desde el punto de vista técnico, y tanto Estados Unidos, China como Rusia, países avanzados en este ámbito, aún están en proceso de desarrollo. Por lo tanto, resulta difícil determinar cuándo se desplegará completamente el Hwasong-16B, aunque se estima que llevará un tiempo considerable, según las estimaciones de Seúl.

Expertos en la materia indican que es probable que Pyongyang prefiera realizar pruebas de lanzamiento de este misil a larga distancia, con el objetivo de demostrar su capacidad para alcanzar objetivos distantes, como la base militar estadounidense de Guam, ubicada a unos 3.400 km de distancia. Esta demostración serviría para destacar la capacidad de proyección de poder del país y enviar un claro mensaje a sus adversarios.

Durante los últimos 70 años, la península coreana ha vivido una paz inestable desde la firma del Acuerdo de Armisticio en julio de 1953. Durante todo este tiempo, la pregunta de si el Norte se está preparando para la guerra ha supuesto una gran preocupación de la comunidad internacional. En las primeras décadas posteriores al armisticio, se produjeron provocaciones mortales de forma repetida. Estas incluyeron incursiones armadas en la zona desmilitarizada, intentos de asesinato del presidente surcoreano, el bombardeo de un avión civil surcoreano, la captura del USS Pueblo y una continua propagación de amenazas a través de la propaganda. A pesar de estas tensiones, el armisticio logró mantener una paz frágil, aunque tensa.

Respaldado por un rápido avance en las capacidades nucleares y el programa de misiles de su nación, el dictador comenzó este año eliminando el objetivo de la unificación pacífica de la constitución norcoreana, y declarando que tiene el derecho de "aniquilar" a Corea del Sur. Estas inquietantes acciones continúan generando crecientes preocupaciones en la región, ya que se intensifica la incertidumbre sobre sus intenciones reales y las posibles repercusiones para la estabilidad y la seguridad internacionales.

Asimismo, la persistente búsqueda de Pyongyang de armas de destrucción masiva y el incremento vertiginoso de los lanzamientos de misiles ha sumido a la península en una crisis que ha alimentado especulaciones sobre la posibilidad de un conflicto armado.Su falta de voluntad para entablar diálogos tanto con Washington como con Seúl, sumada a su creciente arsenal nuclear y de misiles, y sus amenazas de utilizar estas capacidades para llevar a cabo ataques preventivos de primer uso, han renovado la inquietud sobre sus intenciones bélicas.