Argentina

Kirchner recurrirá a la Justicia internacional

La ex presidenta comienza a buscar respaldos y alianzas dentro del Senado para no perder su inmunidad como legisladora e ir a la cárcel.

La ex mandataria argentina durante una rueda de prensa en el Congreso de Buenos Aires, el jueves
La ex mandataria argentina durante una rueda de prensa en el Congreso de Buenos Aires, el jueveslarazon

La ex presidenta comienza a buscar respaldos y alianzas dentro del Senado para no perder su inmunidad como legisladora e ir a la cárcel.

«La espada de Damocles» se cierne sobre la corona de Cristina Fernández de Kirchner, una corona que hace tiempo perdió su brillo y esplendor, corroída por los últimos casos de corrupción. Algunos peronistas afilan los cuchillos a la espera de que ruede la cabeza de la ex presidenta argentina, otros militantes se encuentran entre rejas. El barco se hunde y es ahora cuando la senadora, sabrá de verdad quién son los leales. Su guardia pretoriana. Con la agrupación Campora –los cachorros peronistas–, descabezada, no quedan tantos cristinistas al frente. Los «K» se encuentran cada día más solos. Es el ocaso de una dinastía en decadencia.

Ahora comienzan las alianzas. Las reuniones de pasillo, una especie de «House of Cards» en versión porteña, más arrabalera y gaucha, en la sombra. Por lo pronto, la ex jefa del Estado no apelará el procesamiento por traición a la patria que le dictó el juez federal Claudio Bonadio el jueves, pero sí tiene previsto acudir a tribunales internacionales para denunciar su caso. «Vamos a consentir esa resolución porque queremos ir rápido a juicio oral y así demostrarle al juez que no interferimos ninguna investigación», adelantó ayer Alejandro Rúa, abogado de la ex mandataria.

La defensa sí apelará la prisión preventiva dictada que, para hacerse efectiva, el juez solicitó al Senado el desafuero de Cristina Kirchner, es decir, despojarle de la inmunidad. «La detención afecta a sus derechos políticos y eso lo vamos a apelar», explicó Rúa. Esto ocurrirá la semana que viene en la Sala II de la Cámara Federal. Rúa también defiende al ex ministro de Exteriores, Héctor Timerman, procesado igualmente con prisión preventiva, aunque en su caso, el juez Bonadio, «bestia negra del kirchnerismo», le otorgó la detención domiciliaria por su estado de salud. Con Timerman seguirán la misma estrategia: no apelarán el procesamiento, pero sí la detención. Timerman regresó ayer de EE UU, donde se trata el cáncer que padece. Pero el objetivo de no apelar el procesamiento para ir rápido a juicio oral no es algo que se concrete de inmediato. Alguno de los otros 11 procesados sí puede apelar y el envío a juicio oral de una causa es con todos los acusados y no por partes.

Lo que sí llegará a la Sala II de la Cámara Federal es la prisión preventiva de Cristina Kirchner y Timerman. La revisión estará a cargo de los jueces que ordenaron la detención del ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, otro de los pesos pesados de la era K. Si el juez considera que CFK tiene poder para entorpecer la causa, fallará a favor de la excarcelación. Por otra parte, Rúa adelantó que realizarán una presentación en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). «Ya la veníamos trabajando y hoy se concretó. En esta causa se cometieron muchas irregularidades que vamos a poner en conocimiento de los tribunales internacionales», explicó el letrado. Si se concreta el fallo, en cualquier caso, será una comisión especial compuesta por 40 diputados la que decidirá si posteriormente se vota en el Senado el desafuero de Cristina Fernández. «Realmente en esa cámara sólo hay ocho diputados de Unidad Ciudadana –partido de CFK–, el resto son peronistas y oficialistas. Cristina ha hecho muchos enemigos al dividir el peronismo. Es difícil saber si saldrá airosa de esta causa en la Comisión y posteriormente, en el Senado», comenta una fuente dentro del peronismo disidente, que prefiere guardar el anonimato.

Por otro lado y según publicaba ayer la prensa local, Kirchner habría ofrecido impunidad a los autores del atentado a la AMIA a cambio de una ayuda económica de Irán. De acuerdo al diario «Clarín», la ex presidenta intentó intercambiar un «salvoconducto» político para los jerarcas de Irán acusados de matar a 85 ciudadanos argentinos a cambio de la venta de granos, de tecnología nuclear y del abastecimiento de energía. El fiscal Gerardo Pollicita tiene constancias de que el convenio incluía un aporte nuclear de Argentina a Irán y que el impulsor fue el venezolano Hugo Chávez. CFK pretendía una ayuda de Irán equivalente a 10.000 millones de dólares –en intercambios comerciales–.