Crisis política en Italia
La aprobación de ley electoral, el primer escollo del Gobierno de Renzi
El Ejecutivo de Matteo Renzi afronta desde hoy la aprobación de la nueva ley electoral, que supondrá un primer y difícil escollo para comprobar la unidad de la heterogénea coalición gubernamental italiana. La nueva ley electoral llega hoy a la Cámara de los diputados y están previstas unas 26 horas de debate y de votación de las cerca 270 enmiendas presentadas, por lo que se espera que se llegará al voto final este viernes o al principio de la próxima semana.
Esta reforma es una de las promesas de Renzi y uno de los principales motivos que le empujaron a defenestrar a su compañero de partido Enrico Letta ante el inmovilismo que se vivía en el Parlamento para aprobarla.
Pero el nuevo sistema electoral que el Parlamento tendrá que aprobar es fruto de un acuerdo de Renzi, cuando era sólo secretario general del Partido Demócrata, y del líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi.
Mientras, tienen sus dudas sobre algunos puntos del nuevo sistema de voto, los socios de Renzi en el Gobierno, el Nuevo Centroderecha de Angelino Alfano y el resto de partidos centristas.
La ley electoral, concebida por Renzi y Berlusconi, bautizada con el nombre de "Italicum", comprende un nuevo sistema de listas cerradas, un premio para la mayoría más votada del 18 % adicional, así como una posible segunda vuelta en el caso de que ninguna coalición electoral consiga el 37 % de los votos en la primera ronda.
Pero también pone un límite del 5 % para entrar en el Parlamento a los partidos políticos que se presenten en coalición con otros grupos y del 8 % a los que se presenten en solitario.
Este último punto no gusta al partido de Alfano y al resto de formaciones centristas que podrían correr el riesgo en unos futuros comicios de quedarse fuera del Parlamento.
Otro de los problemas que significará un obstáculo para Renzi será que los pequeños partidos y una parte incluso del PD han pedido que la reforma de la ley electoral quede aplazada hasta que se realice también la modificación prevista por Renzi de la abolición del Senado como cámara electiva y legislativa.
Incluso el diputado del PD Giuseppe Lauricella ha depositado una enmienda para condicionar la aprobación de la ley electoral a la abolición del Senado al considerar que se crearía un problema inconstitucional.
Renzi que hoy viaja a Túnez en el que es su primer viaje como presidente del Gobierno italiano, aseguró en un mensaje en su perfil de la red social Twitter: "La aprobación de la ley electoral es irreversible. Lo vamos a lograr y será una revolución para Italia".
Los medios de comunicación italianos aseguran que, en estos días de debate, Renzi tendrá que convencer a su principal socio, Alfano, para que no ponga mayores obstáculos.
Mientras, Renzi afrontó ayer su primer bache con éxito y evitó mayores escándalos al conseguir que presentase su dimisión el recién nombrado secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes y miembro del Nuevo Centroderecha, Antonio Gentile, después de saberse que había sobornado a un periódico para que no publicase la historia de que su hijo era investigado.
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