Hillary Clinton

La CIA y el FBI obligan a rectificar a Trump

Las declaraciones del presidente de EE UU en las que daba más credibilidad a Putin que a los informes de sus propias agencias de inteligencia provocan una nueva tormenta sobre la Casa Blanca.

El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, junto a Donald Trump en la cena inaugural de la cumbre de la ASEAN, ayer en Manila
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, junto a Donald Trump en la cena inaugural de la cumbre de la ASEAN, ayer en Manilalarazon

Las declaraciones del presidente de EE UU en las que daba más credibilidad a Putin que a los informes de sus propias agencias de inteligencia provocan una nueva tormenta sobre la Casa Blanca.

¿Fue un error de cálculo o esta vez llegó demasiado lejos en sus declaraciones cuando Trump dio por buena la versión de Vladimir Putin en la que éste negaba la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016? La última polémica del magnate presidente surgió cuando pronunció las siguientes palabras durante su gira en Asia: «[Putin] ha dicho que no se entrometió. Siempre que me ve dice que no lo hizo y de verdad que le creo cuando lo dice. Lo dice en serio. Creo que se siente muy insultado por esto, y eso no es bueno para nuestro país».

Esta versión de los hechos contradice las investigaciones de las agencias de inteligencia de Estados Unidos y pone en entredicho el trabajo realizado. Tras el revuelo generado, y preguntado al respecto en Hanoi en rueda de prensa conjunta con el presidente vietnamita, Tran Dai Quang, el mandatario estadounidense ofreció una respuesta en la que trató de recular. «Lo que dije es que creía que [Putin] lo cree (...) Yo creo que él cree que ni él ni Rusia interfirieron en las elecciones», sostuvo. Y añadió: «Sobre si yo le creo o no, yo estoy con nuestra agencia. Yo creo en la información de nuestras agencias». Pero esta aclaración no logró calmar los ánimos en Washington.

Ex jefes de la CIA (John Brennan), CNI (Eric Clapper) y FBI (James Comey) salieron en tromba a criticar al presidente. «Se trata de ingenuidad, ignorancia o miedo (...) Creo que el presidente está intimidado [por el presidente ruso] Putin», aseguró Brennan, que lideró al CIA entre 2013 y 2017. Brennan añadió que es «desconcertante» la «deferencia» expresada por Trump ante el mandatario ruso. Las palabras del magnate dejaban en evidencia el informe de la inteligencia estadounidense de enero en el que se asegura que Moscú trató de interferir en los comicios presidenciales para influir a favor de Trump, el candidato republicano, frente a la demócrata Hillary Clinton, y para ello se habían «hackeado» miles de correos electrónicos de los servidores informáticos del Comité Nacional Demócrata. Uno de los responsables de ese informe, el ex director nacional de Inteligencia James Clapper, dejó claro en otra entrevista los hallazgos del documento. «Los rusos no albergan buenas intenciones hacia Estados Unidos, y no debería haber ninguna ilusión o ambigüedad sobre este tema. Pero nuestro presidente alimenta esa ambigüedad... y pone en peligro nuestro país», dijo Clapper.

Por su parte, Mike Pompeo, actual director de la CIA nombrado por Trump, emitió un comunicado apenas horas después en el que insistía en su respaldo el informe de la inteligencia sobre la injerencia electoral de Rusia en 2016, y agregó que su opinión al respecto «no había cambiado».

Por su parte, James Comey, ex director del FBI despedido con malas formas por Trump, cargó en Twitter contra el inquilino de la Casa Blanca. Especialmente contundente fue el comunicado del senador republicano y ex candidato presidencial John McCain, uno de los mayores rivales de Trump dentro del partido: «No se antepone América [en referencia al lema de campaña de Trump «America first»] cuando se cree a un coronel del KGB [por Putin] antes que a la comunidad de Inteligencia de Estados Unidos. Vladimir Putin no defiende los intereses de Estados Unidos», subrayó McCain, quien añadió que «creer lo contrario no sólo es ingenuo, sino que pone en riesgo nuestra seguridad nacional».

Trump criticó el día anterior a los ex directivos de los servicios de inteligencia –funcionarios de la era de Barack Obama–, a los que llamó «mercenarios políticos». «Está probado que Comey es un mentiroso y un soplón. Y tienes al presidente Putin que vehemente dice que no tuvo nada que ver. No vas a ponerte a discutir», añadió Trump a la pregunta de un periodista en su estancia en Asia.

Brenan salió en defensa de sus compañeros: «Me parece particularmente reprochable que en el Día de los Veteranos Donald Trump ataque y ponga en duda la integridad y el carácter de Jim Clapper, que vistió el uniforme durante 35 años», dijo el ex jefe de la CIA en la CNN.

Desde la parte rusa también ofrecieron ayer su versión de la breve conversación que mantuvieron Trump y Putin en Vietnam. El líder ruso trasladó a su homólogo estadounidense que no entiende las acusaciones «gratuitas» sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. «En efecto, Trump se interesó en hasta qué punto se corresponden con la realidad y son verídicos estos informes, a lo que el presidente Putin expuso su postura de que Rusia nunca se había entrometido en las elecciones», declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. «En opinión del presidente ruso, todos los rumores sobre la supuesta injerencia rusa en la campaña electoral de Estados Unidos se basan en datos sin contrastar y carecen de fundamento alguno», apuntó Peskov, quien también negó toda relación entre el Krem-lin y el ex jefe de campaña de Trump Paul Manafort, detenido por sus lazos con Rusia.