Guerra en Irak

La coalición chií de Al Maliki gana las elecciones parlamentarias en Irak

La coalición chií Estado de Derecho, liderada por el primer ministro, Nuri al Maliki, ha ganado las elecciones parlamentarias en Irak, con 92 escaños, sin conseguir la mayoría absoluta, según los resultados definitivos anunciados hoy por la Comisión Electoral.

El primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, deberá aliarse con otros grupos políticos para lograr un tercer mandato, después de que su coalición consiguiera en las pasadas elecciones 92 de los 328 escaños del Parlamento.

Según los resultados anunciados hoy por la Comisión Electoral, la alianza Estado de Derecho -liderada por Al Maliki- obtuvo un 28 por ciento de representación en el Parlamento de Irak en los comicios del pasado 30 de abril.

El jefe de Gobierno se ha quedado lejos de la mayoría absoluta, que le hubiera permitido formar un Ejecutivo a su gusto y a lo que se había comprometido durante la campaña electoral.

Con los datos de hoy, Al Maliki se ve obligado a pactar una alianza política con la que ejercer el poder, una tarea nada fácil en el actual contexto de división política y sectaria, sobre todo por las divergencias entre suníes y chiíes.

En segundo lugar en las elecciones quedó la alianza de los Libres, liderada por el poderoso clérigo chií Muqtada al Sadr y que logró 28 escaños.

El Bloque del Ciudadano, presidido por el líder religioso chií Amar al Hakim, consiguió la tercera posición, con 27 asientos.

Resulta improbable que Al Maliki pueda recabar el respaldo de estas dos formaciones, ya que sus dirigentes han mostrado su rechazo a que el chií esté al frente del país durante un tercer mandato.

La Comisión Electoral señaló que la coalición de Al Maliki fue la más votada en diez de las diecinueve provincias iraquíes, entre ellas la de Bagdad, donde obtuvo 30 escaños.

Por su parte, la alianza Al Iraqiya, que se presentó a estos comicios fragmentada en cuatro pequeños grupos, consiguió un total de 59 escaños: 23 por el bloque suní Unidos del presidente del Parlamento, Osama al Nuyaifi y 21 por la laica Coalición Nacional, liderada por el ex primer ministro Iyad Alaui, entre otros.

Unidos fue, además, el grupo ganador en las provincias de mayoría suní, como Nínive (oeste), Al Anbar (oeste) y Salahedín, ubicada al norte de la capital.

Asimismo, el grupo de Al Arabiya, encabezada por el viceprimer ministro Saleh al Mutlaq, obtuvo diez escaños, mientras que el bloque suní Lealtad a Diyala consiguió cinco.

Los grupos que más pueden apoyar al actual primer ministro son gran parte de los kurdos, sobre todo la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK), del presidente iraquí, Yalal Talabani, que ganó 19 escaños, y el movimiento del Cambio kurdo, con nueve.

Asimismo, el Partido Democrático de Kurdistán (PDK), liderado por el presidente de esa región autónoma y adversario de la coalición de Al Maliki, Masud Barzani, se hizo con 19 asientos.

Otros grupos kurdos que pueden apoyar a Al Maliki son la Unión Islámica de Kurdistán, que comparte la ideología de los Hermanos Musulmanes, y el salafista Grupo Islámico de Kurdistán, que junto con el anterior consiguió un total de ocho parlamentarios.

La oposición podrían formarla otra parte de los grupos kurdos, suníes y laicos.

Al Iraqiya ya sabe lo complicado que puede suponer la formación de una coalición gobernante, después de que en los anteriores comicios legislativos de 2010 fuera la fuerza más votada.

Tras meses de negociaciones, sus 91 escaños no le sirvieron para lograr la mayoría necesaria, la cual quedó en manos de la coalición Estado de Derecho al aliarse con la Alianza Nacional Iraquí.

Desde entonces, Al Iraqiya ha congelado su participación en las reuniones del Gobierno e intensificado su oposición parlamentaria, al tiempo que se recrudecía la crisis política y la situación de inseguridad en el país.

El analista político iraquí Rayi al Bayati explicó a Efe por teléfono que todavía es "prematuro"saber quién gobernará Irak, ya que las negociaciones ni siquiera han empezado.

Sin embargo, se refirió a la posibilidad de que ciertos grupos kurdos apoyen a Al Maliki en función de las contrapartidas que este les ofrezca, al tiempo que otros como los de Al Sadr o Al Hakim podrían reclamar el cargo de primer ministro a cambio de respaldo político.

El pasado 30 de abril, los iraquíes acudieron a las urnas en unas elecciones que tuvieron una participación del 60 por ciento, en medio de estrictas medidas de seguridad que no pudieron evitar algunos atentados cerca de centros de votación.