Cumbre Iberoamericana

La «cumbre de la renovación» se viste de guayabera

Enrique Peña Nieto, con Ollanta Humala, presidente del Perú
Enrique Peña Nieto, con Ollanta Humala, presidente del Perúlarazon

La XXIV Cumbre Iberoamericana de Veracruz arrancó hoy vestida de “guayabera”, la camisa masculina típica de la región caribeña que se ha convertido en un clásico en el protocolo de diferentes cónclaves latinoamericanos.

La mayor parte de los presidentes y jefes de estado que participan en la cumbre de la renovación optaron por esta fresca y elegante camisa blanca, incluido el Rey de España, Felipe VI, que ya lució ayer la prenda con ocasión del X Foro Empresarial previo a la cita, en una inédita imagen del monarca.

Hoy se sumaron a ese “look” el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el jefe de Estado de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, junto a la mayoría de gobernantes latinoamericanos presentes en Veracruz.

Las únicas excepciones fueron los presidentes de Uruguay, José Mujica, y Guatemala, Otto Pérez Molina, que lucieron ambos chaqueta oscura sobre camisa blanca sin corbata.

También Horacio Cartes, el gobernante paraguayo, optó por un clásico traje oscuro con corbata amarilla.

En el caso del presidente de Ecuador, Rafael Correa, no vistió exactamente guayabera pero sí una de sus ya clásicas camisas blancas con una colorida enseña bordada en el lado derecho donde se podía leer “Ecuador. Ama la vida”.

Su vecino, el peruano Ollanta Humala escogió para la inauguración de la cumbre una guayabera con toque andino: blanca pero sin bolsillos y adornada con cenefas bordadas en color tostado.

El único toque de color en la ceremonia de inauguración fue el rojo del vestido de la secretaria general iberoamericana, Rebeca Gryspan, mientras que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, escogió por su parte un traje de vestido y chaqueta a juego en color beige con ribetes marrones.

Confeccionada en tejidos frescos como lino o hilo y acompañada por amplios bolsillos, bordados y pliegues frontales, la guayabera es considerada en muchos países del Caribe como prenda de etiqueta y adecuada para actos oficiales en una región donde las cálidas temperaturas no casan bien con el rigor del traje y la corbata.

El origen de la prenda es reclamado por varios países, aunque hay un mayor consenso al marcar su nacimiento en Cuba hacia principios del siglo XVIII.

La vigésimo cuarta Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno fue inaugurada hoy en la ciudad mexicana de Veracruz con el objetivo de culminar la transformación de este foro, que a partir de ahora será bienal.

La cita, que se celebra bajo el lema, “Educación, Cultura e Innovación”, comenzó con un viaje musical que recorrió diferentes sones iberoamericanos con instrumentos tradicionales de la región como las andinas quenas, arpas, guitarras y palos de agua, entre otros.

Otra de las curiosidades de la ceremonia de inicio fue una placa conmemorativa de la Cumbre en forma de paloma donde cada presidente o jefe de delegación dejó estampada su firma.

En sus primeras palabras al inaugurar la Cumbre, el anfitrión, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, agradeció al rey Felipe VI su presencia en la cita por primera vez como monarca y tuvo unas palabras de recuerdo hacia su padre, Juan Carlos I, por su papel como impulsor del foro iberoamericano.

Peña Nieto resaltó además la presencia en Veracruz del portugués Cavaco Silva para recordar que es el único líder que estuvo en la primera Cumbre Iberoamericana celebrada en Guadalajara en 1991.

Al finalizar el acto inaugural, los asistentes brindaron un cálido aplauso al presidente saliente de Uruguay, José Mujica, de 79 años y quien tras dos mandatos será relevado el próximo año por Tabaré Vázquez. Efe